El pleno municipal de l'Hospitalet de Llobregat denunciaba este martes la grave situación que se vive en las escuelas de la ciudad. Una situación que, según una moción aprobada por unanimidad, comportaba una "emergencia educacional" en la segunda ciudad más poblada de Catalunya. El motivo principal detrás de este grito de alerta es la grave masificación que hay en las aulas, una situación que se agrava cada curso y que la comunidad educativa ha denunciado durante los últimos tres años. Y es el norte de l'Hospitalet, donde hay más centros de alta complejidad, la zona que sufre la saturación de forma más preocupante.

Concretamente, y según los últimos datos públicos (del curso 2021-2022), este municipio acoge la segunda cifra más alta de institutos de máxima complejidad de Catalunya —solo por detrás de Barcelona—. Son un total de ocho, ubicados principalmente en la zona norte de la ciudad, donde se encuentran precisamente los barrios más saturados, como La Florida-Les Planes, La Torrassa-Collblanc y Can Serra-Pubilla Cases. Por delante, solo la capital catalana, que con la cifra más de un millón y medio de habitantes reúne hasta 13 institutos de máxima complejidad. Junto con l'Hospitalet, Sabadell también acumula ocho. Y ya por detrás, destacan municipios como Badalona y Santa Coloma de Gramenet. Los datos de los centros de alta complejidad las tiene el Departamento de Educación, que no ha respondido a una petición de este medio para entregarlas.

¿Qué son los centros de máxima complejidad?

Un centro de máxima complejidad (conocido con las iniciales CMC) es aquel en que la situación económica, personal y social de gran parte de los alumnos genera dificultades a la hora de educarlos. Como la clasificación tiene en cuenta el origen y el nivel de instrucción y ocupación de los padres, además de la vulnerabilidad socioeconómica, se concentran en aquellos barrios con más pobreza y conflictividad.

Actualmente, los centros catalanes se clasifican en cuatro categorías de complejidad: máxima, alta, baja y estándar. En función de su posición, reciben recursos adicionales, como más plantilla para atender a los alumnos, una figura con el título de Técnico/a de Integración Social, la participación en programas para atenuar las situaciones personales del alumnado, además de recursos económicos. En 2021, tuvo lugar una reclasificación de estos centros que provocó que muchos rebajaran su categoría, generando críticas entre los representantes del sector porque comportaba "una pérdida de calidad educativa, especialmente con respecto a la atención directa al alumnado," ya que eliminaba los recursos adicionales de algunos centros que todavía los requerían.

Revertir la masificación

Para revertir la situación de masificación que hay en las aulas de l'Hospitalet de Llobregat, la comunidad educativa pide medidas estructurales, como financiar adecuadamente la educación con el equivalente al 6% del PIB de Catalunya, una exigencia que han subrayado durante años los sindicatos del sector. Por otra parte, la moción aprobada también reclama reservar solares para la construcción de los nuevos centros que hagan falta para dar respuesta a esta demanda creciente de los nuevos alumnos para poner fin a las construcciones provisionales que hay en la ciudad. Mientras estas medidas estructurales no llegan, sin embargo, el pleno municipal hace un llamamiento al Govern de la Generalitat y al Parlament de Catalunya para que flexibilice temporalmente los criterios mínimos que tienen que cumplir los solares destinados a la construcción de nuevos centros educativos en l'Hospitalet.