El Gobierno español ha movilizado todos los recursos para apagar el fuego derivado de su gestión de la información sobre el atentado de Kabul, del que ya ha dado hasta cuatro versiones. Este domingo ha reconocido que es "un atentado contra España" en una nota de la Presidencia, y así lo ha dicho también el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que ha convocado deprisa y corriendo el pacto antiyihadista para este sábado. Los líderes de la oposición, en campaña, han reclamado "más información" sobre el atentado, en el que, además de los dos agentes españoles, han muerto cuatro afganos y dos empleados afganos de la embajada. El resto de residentes pudieron refugiarse en los dos búnkers de la legación y resistir el tiroteo entre terroristas y tropas afganas y de los Estados Unidos, que los liberaron después de 12 horas de lucha. Los cuatro asaltantes murieron.

Visitas de pésame

Jorge Fernández Díaz se ha apresurado a visitar a los familiares de los dos policías muertos, el subinspector de policía Jorge García Tudela, de 47 años, e Isidro Gabino San Martín Hernández, de 48. Acompañaba al ministro la subdirectora de la Oficina de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Paloma Pérez. Por su parte, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, se desplazará este domingo a Kabul para coordinar en persona la repatriación de los cadáveres de los agentes. Cosidó viajará con un contingente policial que relevará a todo o parte del personal de seguridad que prestaba servicios en Kabul, según han confirmado fuentes de la Dirección General de la Policía a Europa Press. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que ha viajado este sábado al encuentro de cancilleres de Iberoámerica, que se celebra en Cartagena de Indias (Colombia), ha sido informado en todo momento de la situación.

Dudas

La Unión Federal de Policía (UFP), a la que estaba afiliado uno de los policías españoles muertos en Kabul, duda de la última versión de la Presidencia del Gobierno español sobre el atentado:

"Fue todo calculado"

También se han conocido mensajes de teléfono de algunos de los encerrados en los búnkers de la embajada, donde dan por hecho que el atentado se dirigía contra la legación y no otro objetivo. El primer mensaje dice: "A mi subi [el subinspector Jorge García Tudela] lo asesinaron el primero cuando entraron en el edificio. Su habitación está en la planta 0. Al oír las primeras ráfagas desde el búnker donde están nuestras habitaciones, cogimos las armas y cerramos la puerta. La otra puerta de escape quedó dañaba por la onda expansiva y no la podíamos cerrar, así que no era seguro el sitio. Gabi [el inspector Isidro Gabino Sanmartín] salió con otro compañero a ver si encontraba al subi porque no nos contestaba y le dieron creo que desde la azotea, donde ya se habían colocado para disparar a todo el que vieran". Otro mensaje de un policía refugiado en un búnquer describe el estado de la embajada: "Está todo arrasado. Fue todo calculado, entró el coche bomba y al minuto los terroristas asaltaron la embajada". Un tercero, agrega: "no sé qué tipo de información o noticias han circulado, pero lo que ha pasado es que los talibanes han perpetrado un ataque directo contra la embajada española. Han explotado un coche bomba contra la puerta que ha arrasado media manzana y han entrado a continuación disparando. Conseguimos cerrar el búnker, estamos bien físicamente, pero con 12 horas de ráfagas, asaltos y granadas sobre nuestras cabezas". Foto de portada: Retirada del cadáver de uno de los asaltantes. De  Jawad Jalali / Efe