La consellera de Educación, Anna Simó, ha pedido al Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo (CSASE) que mantenga la evaluación oral de catalán en las competencias básicas que se inició el curso pasado. El departamento había decidido aplazarla este curso después de consultarlo con la Junta de Direcciones por la "sobrecarga de trabajo" para los centros que supone la implantación de las otras nuevas pruebas diagnósticas fijadas por ley, pero finalmente ha decidido que se mantengan, pero con una muestra ampliada de 130 centros educativos de primaria y secundaria. De esta forma se hará compatible la monitorización del estado de la lengua catalana en los centros y la descarga de tareas de evaluación a los centros educativos.

Simó se ha comprometido a hacer una revisión inmediata de los criterios de evaluación del sistema educativo que se habían fijado en el inicio de curso. Fuentes del departamento han destacado que este será el curso con una evaluación más extensa de la lengua catalana, que será evaluada en las tradicionales pruebas de competencias básicas en 6.º de primaria y 4º de ESO, a las pruebas orales de forma muestral en los mismos cursos, y por primera vez a las pruebas diagnósticas de 4º de primaria y 2.º de ESO, donde se evalúan también la comprensión oral y la comprensión escrita en catalán y aranés. La consellera también se ha comprometido a mejorar el método de evaluación en las pruebas del 2025 para que las pruebas orales puedan ser más compatibles con la evaluación de las competencias básicas y las nuevas pruebas diagnósticas.

Las pruebas de competencias básicas del 2023 a 4º de ESO volvían a mostrar que el conocimiento del catalán reculaba, situándose en los 72,3 puntos y 1,8 puntos menos que el año anterior, si bien en 6.º de Primària mejoraba ligeramente. Eso sí, la comprensión oral era el ámbito en que se obtenían los mejores resultados, pero siempre por debajo del castellano.

Una nueva polémica a Educación

La polémica se ha producido este miércoles después de que se conociera que la conselleria había difundido una carta a las direcciones de los centros en que se informa de que "a las pruebas de este curso 2023-2024 no se harán las pruebas de evaluación de la comunicación oral a ningún nivel". Desde Educació han argumentado que la medida no estaba relacionada con los malos resultados obtenidos por el alumnado en las pruebas PISA, sino por "la sobrecarga de trabajo por los centros" que suponen las pruebas diagnósticas. Por eso habían optado por hacer solo los tests de comprensión lectora, comprensión oral y expresión escrita en catalán, decisión que finalmente han revertido.