El Departament d'Educació interviene la escuela ultraespañolista de Terrassa —en manos del Camino Neocatecumenal o Kikos—, según han avanzado este fin de semana medios como el Diari de Terrassa. En resumen, el hecho es que el departamento supervisará Historia y el uso del catalán. El mes pasado se cerró la comisión de conciliación entre la Escola Mare de Déu del Carme (conocida como el Karmel) y las familias que denunciaron un giro ultraconservador después del cambio de dirección del centro, y ahora se han conocido más detalles del acuerdo al que se llegó

Los servicios territoriales de Educació para el Vallès Occidental han establecido que hay dos docentes que deberán presentarse al primer examen oficial para obtener el C1 de catalán, además de tener que superar una prueba de suficiencia en el marco de las oposiciones en marzo del próximo año. Si alguno de estos docentes termina el curso 2025-2026 sin poder acreditar el nivel requerido, "no podrán ser incluidos en la relación de profesorado de pago delegado una vez finalizado el curso". Es decir, que la Generalitat no abonará sus sueldos al centro. En la misma línea, el departamento realizará una "verificación por parte de la inspección educativa del centro de que todo el profesorado contratado dispone del requisito lingüístico correspondiente y que imparte la docencia en lengua catalana", de manera que Educació visitará las aulas de "todos los niveles educativos" durante lo que queda del curso 2025-2026 y el primer trimestre del 2026-2027 para asegurarse de que se utiliza el catalán en las clases de acuerdo con el proyecto lingüístico de la escuela.

Del catalán a la Historia

Por otro lado, el departamento supervisará todos los programas y el material docente que se utiliza en las aulas, especialmente en el área de Ciencias Sociales e Historia. Se trata del área que las familias ya señalaron por los comentarios homófobos y de enaltecimiento del franquismo que se hacían, y ahora Educación hará "las comprobaciones oportunas" con respecto a la titulación requerida por el profesorado para impartir las clases que tiene asignadas —tanto el curso actual como el siguiente—. Habrá reuniones entre la inspección educativa y docentes escogidos de manera aleatoria para "hacer el seguimiento del cumplimiento del ideario del centro".

La cosa no acaba aquí. El departamento ha obligado al centro a publicar "de manera clara y visible en el sitio web" que la aportación a la fundación de la escuela es optativa y voluntaria, de la misma manera que se debe eliminar la frase "Para inscribirse en las actividades extraescolares, hay que estar al corriente de todos los pagos escolares" antes de que acabe el 2025. Todo esto implica que también se deberán realizar reuniones con las familias para exponer el proyecto educativo del centro y resolver las dudas que surjan, así como enviar a los padres el proyecto, al Consejo Escolar y al sitio web del centro. El Consejo Escolar deberá aprobarlo en su totalidad y, después, enviarlo a Educación. Y siguiendo con la comunicación con las familias, el Karmel deberá comunicar a principios de curso las actividades y salidas complementarias que se llevarán a cabo "con la justificación correspondiente" y pasar una encuesta de satisfacción anual a las familias a partir de mayo de 2026, con la identificación de una persona delegada entre los padres y las madres que centralizará las incidencias y enviará a Educació todas las quejas.