El número de catalanes que expresa haber sido víctima de una estafa o fraude ha aumentado un 79% entre 2017 y 2020. Así lo detalla la Encuesta de seguridad pública de Catalunya publicada por el departamento de Interior de la Generalitat este miércoles. La delincuencia se ha desplazado de la vía pública al entorno virtual o doméstico a causa de la pandemia. Dos de cada tres fraudes sufridos se produjeron a la esfera de Internet.

Si cuatro años atrás solo el 7,7% de ciudadanos expresaba haber sufrido algún tipo de estafa, esta estadística se ha disparado ahora hasta el 13,8% de la población. Eso supone casi el doble de estafas. Un incremento que corresponde a "la ventana de oportunidad" que los delincuentes han visto en la pandemia. En cambio, el resto de tipologías delictivas bajan o se mantienen estables.

Estafas digitales

Una parte importante de esta tendencia tiene relación con el aviso que los responsables de los Mossos d'Esquadra han repetido los últimos meses, que remarca que la pandemia ha desplazado una parte de la delincuencia de la vía pública y lo ha trasladado al entorno digital o a los domicilios. Según los encuestados a finales de 2020, dos de cada tres fraudes sufridos se produjeron a la esfera de Internet. El resto de engaños delictivos se producen mediante el teléfono (14,1%) y presencialmente (12,9%).

La directora general de Seguridad del Departamento de Interior, Sonia Andolz, ha explicado durante la presentación de los datos que el incremento de las estafas y los fraudes corresponde a "la ventana de oportunidad" que los delincuentes han visto en la pandemia. Andolz ha apuntado que el ámbito de fraudes, estafas y engaños incluye, por ejemplo, el uso indebido de la tarjeta bancaria, la falsificación de los datos o un mensaje de 'phishing'.

Crece la virtualidad

El hecho de que hoy se utilicen más los recursos virtuales para comprar o para otras tareas, ha dicho, es coherente con el hecho que sea el ámbito que más ha crecido y corrobora una tendencia que indican informes de otros policías, como Scotland Yard y el FBI.

La encuesta encargada por el Gobierno también muestra cómo caen la mayoría de delitos. El 6,9% de los catalanes apunta haber sufrido algún tipo de hurto o robo de sus pertenencias, dos puntos por debajo de las cifras del 2017. Igualmente se reducen ligeramente los catalanes que dicen haber sido víctimas de algún tipo de agresión (3,9%) y se mantiene estable el porcentaje de la población a quién le han entrado al domicilio (2,7%) o a una segunda residencia (1%).

El menos denunciado

Una de las particularidades de esta encuesta es que la misma tipología delictiva que se dispara entre los catalanes es, al mismo tiempo, la que menos se denuncia. Así, solo el 16,8% de las víctimas de estafas, fraudes y engaños habrían puesto los hechos en conocimiento de la policía. Eso supone que cinco de cada seis hechos en torno a las estafas quedan sin denunciar.

Según Andolz, si los delitos relacionados con las estafas o los fraudes se denuncian menos también puede ser desconocimiento o porque hay más "vergüenza social", como en el caso de las personas estafadas por haber cliqueado en un enlace que era una trampa.

Los más jóvenes

La encuesta, realizada en 7.900 personas, permite ver también cómo algunos delitos, como las agresiones contra las personas o los hurtos, se centran especialmente en las franjas de edad más jóvenes. Con respecto a los delitos que afectan directamente a las personas en el ámbito físico o psicológico, el 29,6% de los afectados tenían entre 16 y 25 años y el 36,8%, entre 26 y 40 años. Entre los ciudadanos que expresan haber sufrido algún tipo de robo de sus pertenencias por parte de un carterista, uno de cada tres agravados tenía entre 16 y 25 años.

Por el contrario, en los robos en domicilios y casas de veraneo la situación se produce a la inversa. Son las personas de 40 años en arriba las que agobian el grueso  de la victimización. En el caso de las primeras residencias se ve muy claro. Casi la mitad (44,3%) de los catalanes que dicen haber sufrido un delito en casa suya tenían entre 41 y 64 años.

La Directora General de Seguridad del Departamento de Interior ha señalado que si se creen|cruzan los datos se observa como las mujeres jóvenes sufres más delitos contra el patrimonio y los hombres grandes más delitos relacionados con segunda residencia y vehículo.

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