El dueño de la perra Sota, muerta de un tiro en Barcelona el 18 de noviembre pasado, incitó al animal a atacar al agente de la Guardia Urbana que le disparó, según el atestado policial. El informe, según La Vanguardia, relata cómo el agente recibió un primer mordisco y minutos después, cuando el perro saltó hacia él con la intención de atacarlo de nuevo, tuvo que disparar.

El agente, según el documento, disparó "cuando el perro saltaba para tirarse nuevamente sobre la parte superior de su cuerpo, cerca de zonas vitales como cuello y cara; el agente temió por su vida a causa de la agresividad y la velocidad con que se le tiraba el perro y de que ya había sido atacado y agredido por el animal momentos antes".

Según este relato, todo empezó cuando los agentes de la Guardia Urbana pidieron al dueño del perro que lo atara, petición que recibió por respuesta los gritos del joven, un estonio de 26 años que vive en la indigencia. Fue entonces cuando el perro mordió "por encima del codo" al agente. Minutos después, el joven adoptó una "actitud muy agresiva y amenazante" e incitó al perro a atacar al agente "de forma clara y activa".

El atestado también recoge un incidente anterior con el joven y el perro, que habría tenido lugar el julio pasado, cuando el perro mordió a un hombre que había dado unas monedas a su propietario, en la estación de metro Espanya. El hombre tuvo que ser atendido en el Hopsital de la Vall d'Hebron.