El hallazgo de una bomba sumergida a 25 metros de la playa de la Barceloneta por una agente de la Guardia Civil fuera de servicio ha hecho fruncir el ceño además de uno, como Josep Lluís Alay, director de la Oficina del president Puigdemont.

En un tuit, Alay ha tildado de "extraño" el hecho, concluyendo que el resultado más aparente de todo es que se ha acabado llevando "un barco de la armada española a la capital catalana".