Los artesanos catalanes que han trenzado durante todo el año las palmas para el Domingo de Ramos las venden ahora online y ya bendecidas. Es la alternativa del gremio para evitar que todas queden por vender por la crisis del coronavirus.
Ante un año de trabajo perdido, un taller artesano del Priorat ofrece las palmas y palmones bendecidos por internet. Palmas Viaplana, de la Vilella Baixa, una empresa familiar con una historia de cuatro generaciones, tenía a punto 70.000 unidades trenzadas a mano para vender este año, que permanecen intactas en el taller. ¡"Palmas de Semana Santa ya bendecidas! A grandes males, grandes remedios" es el eslogan de la campaña que ha lanzado en redes sociales.
Por|Para el contexto excepcional, quizás las palmas no llegan antes del Domingo de Ramos pero estamos seguros que dadas las circunstancias la ilusión de recibirlas será la misma.
— PALMAS VIAPLANA (@PalmesViaplana) April 2, 2020
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"Trabajamos todo el año para este día; haciendo un símil con la agricultura, no solamente nos ha granizado antes de la cosecha, sino que se nos lo ha llevado todo; no podría haber pasado en peor momento, es difícil remontar eso", afirma a la ACN Joan Vaqué como portavoz de este negocio generacional. Todos sus clientes les han anulado los pedidos. Reconoce que las 70.000 palmas y palmones que tiene ahora en casa no tendrán ninguna salida. Incluso se plantea destruirlas para ahorrarse costes de mantenimiento. Pero confía vender, bajo pedido online, unas 5.000 palmas, que justo servirían "para salvar los muebles".
Como remedio, el cura de la Vilella Baixa, mosén Emilio, ha colaborado con los artesanos palmeros y ha bendecido los miles de palmas y palmones almacenados a la espera de expedición.
Una buena muestra de ellas están expuestas en la página web de Palmes Viaplana, y se acaban haciendo totalmente al gusto del cliente. Además, han ofrecido un vídeo tutorial para hacerlas en casa.
Semana Santa sin el Domingo de Ramos
La tradición catalana es que la madrina regale a sus ahijados palmas y palmones el Domingo de Ramos para recibir la bendición y después colgarlos en balcones y entradas de las casas todo el año para proteger la salud y la fortuna de las familias. Pero este año, las medidas para frenar el contagio del coronavirus impiden su venta porque no son un producto de primera necesidad y porque las floristerías están cerradas y, además, los actos públicos de bendición de palmas del Domingo de Ramos han sido cancelados, así como mercados y ferias como el Mercat del Ram de Vic.
Este año, sin embargo, el objetivo no es hacer caja, sólo evitar que el negocio haga aguas. Habitualmente tienen dos perfiles de clientes muy definidos, el que se mueve por creencia religiosa y el que lo hace atraído por la pieza artesana.