La investigación de la desaparición de Diana Quer continúa con el objetivo de encontrar respuestas a la desaparición de la joven madrileña, que tuvo lugar el pasado 22 de agosto en un pueblo de la Coruña. Una vez encontrado el móvil de Quer, la Guardia Civil tira del hilo de las coincidencias en las conexiones telefónicas en la misma hora y lugar en que habrá sido lanzado al mar el teléfono de Quer desde encima de un puente. El objetivo: utilizar la triangulación de datos para averiguar la ruta del coche donde supuestamente iría la joven.

Según adelanta La Razón, la policía trabaja ahora en identificar las conexiones que se habrían producido en la zona de la ría de Arousa, concretamente en la autovía AG-11, para poder definir qué vehículos podrían haber pasado por la zona y descartar otras probabilidades, como la posibilidad, ya rechazada por la investigación, que la joven viajara en una autocaravana.

A estas alturas se están peinando y triangulando los datos telefónicos de la zona entre a Pobra do Caramiñal –lugar de la desaparición– y Rianxo –donde se encontró el teléfono– con el objetivo de determinar el posible trayecto de los vehículos. Ahora bien, la investigación ya da por hecho que la joven fue trasladada en coche en contra de su voluntad.

El móvil, pieza clave

El móvil de Diana Quer fue encontrado el pasado 27 de octubre por un mariscador en una zona muy próxima al puerto de Taragoña, en el municipio de Rianxo, y enseguida se convirtió en la pieza clave de la investigación de la desaparición de la joven. El móvil encontrado por un mariscador –un iPhone de color blanco– fue entregado a la Guardia Civil el mismo jueves poco después de las dos de la tarde. Enseguida se determinó que pertenecía a la joven y se llevó a los laboratorios para intentar recuperar la información que pueda contener. Ahora la investigación avanza confrontando los datos de conexión de aquel teléfono con otros en la misma zona.

En paralelo, la policía mantiene la investigación de dos sospechosos de la desaparición que vivirían en la misma comarca de los hechos –Barbanza– y que tendrían un perfil psicológico de personas de carácter violento, consumidor de estupefacientes y con antecedentes por narcotráfico, delitos de agresión sexual o violencia machista.