Los investigadores del caso Diana Quer, la chica de quien se perdió la pista el 22 de agosto en Galicia, creen ahora que la joven podría no haber pasado por casa antes de desaparecer, después de leer sus mensajes de móvil.

La investigación sobre el paradero de Diana Quer ha dado un giro inesperado. Al contrario de lo que se había pensado hasta ahora, la chica, madrileña, pero que se encontraba de vacaciones a en A Pobra do Caramiñal (A Coruña) cuando desapareció, podría no haber pisado su casa antes de que ya se supiera nada más de ella.

Este nuevo dato ha sido considerado después de que los investigadores activaran el móvil de Quer, y hayan podido leer los mensajes que la joven intercambió con sus 'amigos' antes de desaparecer.

Primeramente, se había creído que la joven se marchó del parque donde estaba reunida con sus amigos para pasar por su domicilio a cambiarse de ropa, antes de salir en dirección a Taragoña, una población situada a 20 kilómetros. Ahora, sin embargo, los investigadores creen que la chica no tuvo tiempo de llegar a casa y cambiarse de pantalones, por lo que en el momento de desaparecer llevaría puestos unos blancos y no rosas como se había pensado. 

La Guardia Civil se basa en los 13 minutos y 52 segundos que transcurrieron desde que Quer enviara un mensaje a un amigo, en el que alertaba de un personaje extraño que la increpaba, hasta la última señal emitida por el móvil de la desaparecida.

Si finalmente se confirma esta hipótesis, tendría sentido el relato de la madre de la joven, Diana López Pinel, que defendió que su hija no había pasado por casa aquella madrugada ya que no oyó ningún movimiento ni ruido extraño mientras dormía.