La Dirección General de Tráfico (DGT) estudia eliminar los semáforos amarillos en los puntos más peligrosos. Aunque han remarcado que no se pretende suprimir este color, han puesto en conocimiento de las principales ciudades que puede ser un peligro para los peatones. Concretamente, se ha planteado la opción de hacer desaparecer los semáforos intermitentes que los conductores se encuentran en algunas ciudades grandes cuando dan un giro y hay un paso de peatones. El objetivo del organismo es que las ciudades más concurridas "analicen cuáles son aquellos puntos conflictivos en que puede interesar eliminar la luz amarilla a intermitente para el conductor".

"El peligro está en el ámbar", han señalado desde la Dirección General de Tráfico. Según estudian desde la organización, el tiempo en que la luz verde para los peatones en un paso de peatones es simultánea con la luz amarilla intermitente para los vehículos supone un grave peligro de atropello. A menudo se simultanea esta luz verde para los peatones con otra fase ámbar parpadeante para vehículos. Y aunque la prioridad es de los que van a pie, los conductores lo olvidan a menudo y tienden a acelerar, con el consiguiente peligro de atropello", ha alertado la DGT.

Riesgo de atropello

En esta línea, el organismo ha destacado que hace falta tener en cuenta que en estas carreteras de varios carriles, el conductor que circula por la izquierda a veces es obstaculizado por un vehículo de grandes dimensiones y eso le impide ver al peatón que está atravesando la carretera porque ha visto un semáforo verde", cosa que puede generar un atropello. El objetivo final del estudio propuesto en las ciudades es evitar las víctimas mortales y heridos por atropello. Según la DGT, en el 2020, 35 peatones murieron y 198 fueron hospitalizados después de ser atropellados. En el 2019, se registraron 47 peatones atropellados y 317 hospitalizados. "Son datos alarmantes y motivo por el cual esta problemática merece una reflexión", han relatado desde la Dirección General de Tráfico.

El subdirector de Gestión de Movilidad y Tecnología de la DGT, Jorge Ordás, ha dicho en declaraciones a RAC1, que "el vehículo puede perder la visibilidad del peatón y los mensajes contradictorios de los semáforos pueden provocar estos atropellos". Según la DGT, el problema con los tramos en ámbar se produce "en aquellas áreas de vía en que hay varios carriles sin intersección o varios carriles con giro a la derecha, y en el mismo lugar hay un semáforo para el vehículo en ámbar intermitente y un semáforo para el peatón en color verde". "En este caso los dos oyen que tienen la prioridad y se genera un mensaje contradictorio en que siempre saldrá perdiendo el usuario vulnerable, es decir, el peatón", han insistido desde el organismo. Ordás ha dejado claro que no se plantea, en ningún caso, eliminar todas las luces amarillas de los semáforos, como han publicado algunos medios. De hecho, Ordás los ha calificado de "necesarios" para gestionar todo el tráfico de las ciudades grandes.