Los Mossos d'Esquadra de la Unitat Operativa de Mobilitat de la Divisió de Transport detuvieron el 4 de noviembre a cuatro hombres por varios robos violentos en la AP-7. Los detenidos se hacían pasar por policías y asaltaban de noche a las víctimas mientras dormían en furgonetas o autocaravanas en las áreas de servicio.

Durante la investigación, los Mossos encontraron indicios que relacionan este grupo con siete hechos diferentes que pasaron entre el 18 de agosto y el 12 de octubre. La banda tenía una alta movilidad y se desplazaba desde el Alt Empordà hasta el País Valencià. Podían hacer unos 700 kilómetros en una sola noche.

A los detenidos, de entre 28 y 49 años y de nacionalidad bosnia, se los acusa de dos delitos de robo con violencia, una de lesiones, dos de robo con fuerza, dos de hurto, tres de usurpación de funciones públicas y tres delitos contra la seguridad del tráfico.

Los Mossos supieron que desde el día 18 de agosto se habían producido varios robos con violencia a lo largo de la AP-7. A partir de aquí iniciaron la investigación que ha permitido desarticular esta banda. Los ladrones, con varios antecedentes, se identificaban como policías por ganarse la confianza de sus víctimas, pero si estas no acataban sus órdenes u oponían resistencia eran agredidas.

Las víctimas más habituales eran personas extranjeras que podían llevar grandes cantidades de dinero en efectivo porque estaban de vacaciones.

Durante la investigación, los agentes descubrieron que utilizaban una nave de un polígono industrial del Área Metropolitana de Barcelona como residencia temporal y para esconder el botín robado. Después de un dispositivo policial de vigilancia y seguimiento, el 4 de noviembre se llevaron a cabo las detenciones y se registró la nave, donde los Mossos encontraron más de 3.000 euros en efectivo en varios tipos de moneda.

La empresa Abertis ha colaborado activamente con los sistemas de videovigilancia de la autopista y se ha presentado como aparte perjudicada en el proceso judicial. Los detenidos pasaron a disposición del juzgado de instrucción número 3 de Figueres el 5 de noviembre, que ha decretado dos órdenes de alejamiento en la AP-7 para los principales implicados.