Mossos d'Esquadra de la Unidad Regional de Medio Ambiente de Girona han detenido a un hombre por un delito de atentado contra los agentes de la autoridad y por otro de navegación temeraria. Además, se le ha acusado, como a sus dos acompañantes, de un delito contra el medio ambiente por pescar coral sin licencia.

Una detención complicada

La detención se produjo el día 19 por la mañana. Los mossos observaron una embarcación fondeada y unos buzos sospechosos en una zona de la reserva natural parcial del Cap de Creus, donde no está permitida la extracción de coral. Unos agentes se embarcaron en un barco de la Dirección General de Pesca para interceptar la barca e inspeccionar su contenido. Los mossos llegaron a la embarcación cuando entraba en los canales de Santa Margarida de Roses y le ordenaron que se detuviera para registrarla. Los pescadores, sorprendidos, lanzaron dos sacos al agua y huyeron a gran velocidad por los canales. En un momento determinado, el patrón de la embarcación giró de golpe y provocó un choque frontal con la embarcación de los mossos. Los coraleros ilegales querían aprovechar la confusión para huir, pero los mossos pudieron saltar a su lancha y arrestarlos. La embarcación fue inmovilizada y los utensilios usados para la extracción fueron decomisados.

El coral

Los agentes consiguieron extraer uno de los sacos lanzados antes de que se hundiera: en su interior encontraron 2 kilogramos de coral rojo. Posteriormente los miembros de la Unidad Acuática de los Mossos recuperaron la segunda bolsa, donde había 3,7 kg. El 20 de septiembre el principal acusado fue puesto a disposición del juzgado de Figueres, que lo dejó en libertad con cargos. El detenido tiene numerosos antecedentes.

El conflicto del coral

La extracción ilegal de coral en la zona del Cap de Creus no es nueva. Hace años que hay denuncias de estos hechos y periódicamente se detiene a gente involucrada en estas actividades. Muchos de ellos son reincidentes. En 1998 se acusó a unos pescadores ilegales de coral de quemar la casa de un agente rural, pero fueron absueltos por falta de pruebas. Los pescadores de coral furtivos extraen a menudo coral de medida inferior a la legal, y a menudo actúan en zonas donde la pesca de coral está prohibida. Además, muy a menudo estos coraleros furtivos extraen el coral con el sustrato, y eso limita mucho su posibilidad de regeneración. Los corales que se han sacado de forma incorrecta tardarán 50 años en regenerarse. Y la desaparición del coral afecta también a otras especies marinas que viven asociadas a los hábitats del coral (moluscos, peces, esponjas...). Pero los científicos apuntan a que el coral en el Cap de Creus tiene otra gran amenaza: la pesca de palangre.