No hay mejor manera para hacerse idea de la magnitud de un hecho que viéndolo en su globalidad. Eso es lo que ha conseguido el reportaje "Desprotegidas, a pesar de todo", un trabajo de investigación que quiere evidenciar, a partir de datos públicos, que los recursos económicos que se invierten para erradicar la violencia machista no son suficientes.

El proyecto se ha presentado oficialmente este lunes en la sede de la Fundació puntCAT, socio colaborador del trabajo. Sus autores, Karma Peiró, Xaquín G.V. y Rocío Minvielle, han explicado cómo han abordado el tema para "no tratarlo tanto desde el punto de vista de los dramas, sino desde una visión diferente". Este enfoque lo han encontrado en los datos, siempre ligados por el hilo conductor de una historia de violencia machista explicada en primera persona por la víctima, Raquel, y con los testimonios de más de una decena de profesionales del sector.

presentacio desprotegidas reportaje karma peiro - maria macia

En la primera mitad del 2019, 3 mujeres han muerto en Catalunya en situación de violencia machista. Se calcula que más de 200.000 mujeres -una de cada 16- han pasado por un hecho grave de violencia el último año y más de 75.000 han sufrido hechos muy graves.

Sólo 23.000 se atrevieron a denunciarlo, cosa que supone adentrarse en un proceso judicial de unos dos de años. De estas, 5.200 mujeres pidieron órdenes de protección, pero los juzgados catalanes sólo concedieron la mitad. De hecho, Catalunya es la comunidad autónoma que menos órdenes de protección concede de todo el estado español.

Presión y falta de visibilidad

A pesar de las movilizaciones y la indignación ciudadana, los impulsores del proyecto creen que "la violencia machista todavía no se visibiliza lo suficiente". "Somos conscientes de que se está haciendo mucho, que Catalunya lidera esta lucha a nivel social, pero a pesar de todo no es suficiente," ha asegurado Peiró, que ha alertado de que, "mientras se piensa qué hacer, cada día y cada hora hay mujeres sufriendo esta violencia".

Los autores del proyecto también han querido poner el acento en la "presión social" que viven las víctimas cuando deciden denunciar. "Todo el mundo se solidariza pero, si miras las cifras, dicen otra cosa", han apuntado.