Las dos principales bandas de ladrones de viviendas vacías con fuerza del área metropolitana de Barcelona, con al menos 22 robos, han sido desarticuladas. De momento hay 15 detenidos, todos ellos de nacionalidad georgiana, de entre 26 y 61 años, pero la operación continúa abierta.

Entre los detenidos está el líder de una de las organizaciones, 'kanonieri kurdi' de la mafia georgiana, un hombre de 53 años con antecedentes policiales en Rusia y que es considerado como líder de una de las organizaciones criminales. Los informadores vigilaban que los domicilios no fueran habitados, colocaban "marcadores" en las puertas, y a los tres días entraban con fuerza para llevarse joyas, relojes, ordenadores y otros dispositivos que les proporcionaban una liquidez inmediata.

Las investigaciones se iniciaron en el mes de abril con la localización de los dos grupos criminales, que habrían cometido al menos 22 robos en el área metropolitana de Barcelona, y también habrían actuado en Alicante o Sevilla. Las 15 detenciones se hicieron entre el 5 y 6 de septiembre a Barcelona, l'Hospitalet de Llobregat y Sant Adrià del Besòs. Trece de los detenidos han ingresado en prisión provisional después de declarar ante el juez, mientras que otros dos han quedado en libertad con cargos.

El inspector Pere Guillén ha destacado que los 'kanonieri kurdi' son las personas que ocupan "el máximo peldaño en la cadena de mando, ascienden porque han sido primero ladrones que han cogido prestigio y reconocimiento". Su principal función es organizar los grupos criminales y gestionar la caja común.

Desde estas detenciones los robos en Barcelona han caído el 50%, según ha explicado la jefe del área de investigación criminal de la región metropolitana de Barcelona. La operación continúa abierta porque hay al menos diez ladrones pendientes de arrestar como consecuencia de las órdenes de detención en vigor por su participación en los hechos investigados.

Los informadores clasificaban los posibles objetivos en función de su dificultad a la hora de violentarlos, de acuerdo con su ubicación, las medidas de seguridad y el tipo de cerradura. Después colocaban marcadores en los marcos de las puertas, pequeños trozos de plástico transparente, para indicar si en el domicilio había tráfico de personas.

Tres días después de la primera visita una parte del grupo forzaba las cerraduras con herramientas que se fabricaban ellos mismos y otra parte del grupo vigilaba la calle de una eventual presencia de la policía o vecinos. Los ladrones se llevaban joyas, relojes, ordenadores y otros dispositivos electrónicos que les proporcionaba liquidez inmediata. Guillén ha indicado que en algunos casos una parte del aparte volvía en metro y el resto tase con el botín.

Se han intervenido 13.000 euros en efectivo, dos kilos de joyas de oro, dispositivos electrónicos y material para forzar cerraduras y cajas fuertes en domicilios de los detenidos. La investigación se ha llevado desde el juzgado número 5 de Gavà y el número 5 de Barcelona, con la coordinación de la Fiscalía de Crimen Organizado de la Fiscalía Provincial de Barcelona.