La Conferencia Episcopal Española ha publicado este jueves el informe 'Para dar luz', un documento de más de 1.000 páginas en que se ha abordado la problemática. Se trata de un documento en que se recogen datos de la auditoría encargada en el despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo, pero que no presenta la cifra estimada de posibles personas afectadas por los abusos de sacerdotes y religiosos en el Estado. Curiosamente, esta auditoría fue encargada por la misma iglesia española, y el estudio reconoce a más de 2.000 víctimas de abusos sexuales en 1.383 casos denunciados. Con un coste de 1,3 millones de euros y dos años de proceso de investigación, la CEE pone en duda ahora la validez de la auditoría, considerando que del total de casos solo hay probados 206. El estudio ya rebaja de largo los pronósticos del Defensor del Pueblo, que nombró a más de 440.000 víctimas, si bien el despacho de abogados reconoce que el número real de víctimas debe ser muy superior.

Sobre este baile de cifras ha querido hablar en la televisión al director de comunicación de la CEE, Josetxo Vera. El representante de los obispos españoles ha restado importancia a los cálculos de los diversos informes con el fin de centrar la atención en el sufrimiento personal de las personas. Pero lo ha hecho con una expresión irónica desafortunada por el contexto. "Les hacemos daño, ya les han pasado cosas, ya han sufrido. Ya basta de reducir a las víctimas a cifras. Porque si no, les hacemos daño. Nos enredamos en la cosa divertida de ver a quién la tiene más larga", ha disparado, antes de aclarar sus palabras. "La cifra, claro está", ha dicho.

Es por eso que la CEE ha preferido evitar dar una cifra total de posibles víctimas, a pesar del informe del despacho de abogados. "La diversa metodología utilizada en los estudios paralelos sobre el tema y el hecho de que, hasta ahora, no comparten información entre sí, hace necesario que no se ofrezcan los datos agregados de casos, ya que al transferirse los datos recogidos por los diversos informes, hace que resulte muy probable la existencia de casos que se han incorporado, dos, tres o incluso cuatro veces", argumentan. Por otra parte, avanzan que la publicación del documento no supone un "punto final" y anuncian que continuarán recogerán datos, documentos, informes. "Siempre quedará trabajo para hacer".

"Dolor y vergüenza"

La organización que agrupa a los obispos españoles ha admitido sentir "dolor y vergüenza" por los casos de abusos sexuales y de pederastia registrados durante los últimos años, pero se ha escudado argumentando que este fenómeno "no es un problema exclusivo de la iglesia". A pesar de eso, reconocen que la pederastia es "un problema grave" en la vida eclesial por "la altura de la misión que le ha sido confiada". "Son considerados pecados y delitos y como tal tienen que ser tratados", alertan.