Las asociaciones pro derechos Irídia y Amnistía Internacional han denunciado que agentes y a veces dispositivos completos de los Mossos incumplen la obligación de llevar su identificación visible, mientras ultiman con el Parlament reformas legislativas para endurecer la normativa en la materia. En rueda de prensa, portavoces de Irídia han presentado este miércoles su tercer informe anual, elaborado a raíz de los datos recogidos a través de su servicio de asistencia jurídica y social para personas que han sufrido alguna situación de violencia institucional.

Según constata el informe, seis años después de que el Govern aprobara una instrucción para obligar a los antidisturbios a llevar visible su número de operativo policial, la norma la siguen incumpliendo no sólo algunos agentes en particular sino dispositivos enteros, además de otras unidades ―como las ARRO― que también suelen participar en intervenciones de orden público. La coordinadora de Amnistía Internacional, Adriana Ribas, ha alertado, en la misma rueda de prensa, que la falta de identificación de los agentes es "una de las principales causas de impunidad" policial, tanto en Catalunya como en España.

En el caso de la normativa catalana, Ribas cree que no facilita las identificaciones: el número que llevan los agentes es difícil de recordar ―alfanumérico y con ocho dígitos― y no son pocas las ocasiones en que los policías los ocultan bajo los chalecos antitrauma, sin que las entidades pro derechos humanos tengan constancia de si estos casos han sido objeto de sanciones.

Por este motivo, ha explicado el codirector de Irídia, Andrés García Berrio, la entidad hace tiempo que trabaja con los grupos del Parlament para endurecer la normativa sobre las identificaciones policiales y confía conseguir pronto los apoyos políticos necesarios para sacar adelante la nueva regulación.

Las entidades pro derechos quieren que esta nueva normativa prevea acortar el número de identificación hasta los cuatro o cinco dígitos y obligar a los agentes a llevarlo visible  ―en el pecho, la espalda y el casco―, que los chalecos también estén etiquetados y que incluya a los agentes del ARRO.

Advertencias sobre los proyectiles de precisión

Otra de las advertencias que han lanzado Irídia y AI versa sobre los proyectiles de precisión, arma de dispersión que los Mossos d'Esquadra utilizan desde que se prohibieron las pelotas de goma y que, según el informe, en dos casos contabilizados el último año provocaron lesiones muy graves, con secuelas irreversibles.

Además, en las protestas contra la celebración del Consejo de Ministros del 21 de diciembre del año pasado, se constató que algunos antidisturbios que llevaban escopetas de precisión ―con balas de "foam"― no iban debidamente identificados.

El informe de Irídia ha alertado también del aumento de denuncias por actitudes violentas de vigilantes del transporte público, coincidiendo con el incremento de competencias que la legislación ha otorgado los últimos años al personal de seguridad privada. A lo largo del año pasado, 18 personas han solicitado asesoramiento a Irídia ante situaciones de violencia institucional, de los cuales seis denunciaron a vigilantes del metro, de los Ferrocarrils de la Generalitat o de recintos públicos.

Los portavoces de Irídia han denunciado también la absoluta "opacidad y falta de voluntad" de los juzgados al investigar las denuncias de presos que han sido recluidos en aislamiento y los casos de supuestos maltratos en el centro de internamiento de extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona.

Concretamente, exigen a los jueces de guardia que impidan las deportaciones de internos del CIE que hayan denunciado casos de maltrato, hasta que se aclare qué ha sucedido, para evitar que con la expatriación de las víctimas estas situaciones queden impunes.