Hoy ha empezado el juicio por el asesinato de los dos agentes rurales en Aspa justo hace dos años.

El acusado del doble crimen de Aspa (Segrià) ha declarado en el juicio que no recuerda haber disparado a los agentes rurales. "No oí nada, ni ningún coche, ni pasos", ha dicho y ha añadido que sólo oyó que los agentes rurales le dijeron 'buenos días', se identificaron y le pidieron que descargara el arma. "Me giré, vi el escudo y me quedé en blanco. No recuerdo nada más", ha dicho. El acusado, Ismael Rodríguez, ha explicado que tiene una enfermedad desde pequeño, "un tipo de epilepsia", y que muchas veces tiene "lagunas".

"Lo único que recuerdo era verlos en el suelo y después ya estaba en el coche. No fui consciente de haberles disparado ni por qué lo hice", ha asegurado. Ya en el coche, ha añadido, uno de los cazadores con quienes había ido le preguntó qué había pasado. "Creo que he disparado a dos personas", ha dicho que respondió.

El acusado ha seguido con la línea de defensa que ha llevado desde el inicio del caso. Dice que no recuerda nada.

La Audiencia de Lleida ha iniciado esta mañana el juicio contra Ismael Rodríguez, que mató a los agentes rurales Xavier Ribes (43 años) y David Iglesias (39 años), a los que disparó a corta distancia y sin decir nada dos disparos a cada uno, por lo que llegó a recargar el arma que llevaba, ya que el tipo de escopeta no admitía más de tres cartuchos.

En una sala de vistas de la Audiencia de Lleida que ha quedado pequeña, estaban, visiblemente emocionados, las mujeres y varios familiares de los dos agentes rurales muertos.

A las puertas del edificio judicial se ha concentrado un grupo de agentes rurales con una pancarta donde se pide que se implementen todas las medidas de seguridad para el cuerpo que el Govern de la Generalitat se comprometió a establecer después del crimen de sus compañeros

La fiscalía pide inicialmente para Rodríguez penas que suman 48 años de prisión por dos delitos de asesinato y un año más por tenencia ilícita de armas, ya que el cazador tenía la licencia caducada y estaba utilizando una escopeta a nombre de un amigo que tampoco disponía de la autorización necesaria.

También el ministerio público solicita que el acusado indemnice a los familiares de las víctimas con más de un millón de euros en total.

La acusación particular que representa a las familias pide para el imputado penas que suman 51 años de prisión por dos delitos de asesinato y atentado a la autoridad, 5 meses por tenencia ilícita de armas, y que se le imponga una multa de entre 3.000 y 5.000 euros.