Los Mossos d'Esquadra han dejado sin custodia policial a dueña del bar donde hubo una explosión que desencadenó un incendio este martes en la calle València de Barcelona. La mujer, que sigue ingresada en el Hospital Vall d'Hebron tras resultar herida grave en el incidente, está ahora sin supervisión policial, ya que las autoridades no tienen "ningún indicio que indique que ella fue la presunta autora". Según indicaron fuentes policiales a este diario, los Mossos sospechaban, por los antecedentes y la información facilitada por los vecinos, que la mujer había provocado la explosión. Del incendio salieron heridos cuatro personas, tres de las cuales ya han recibido el alta médica. La dueña del bar, de nacionalidad china, fue encontrada por los Bombers con heridas graves por quemaduras en el exterior del bar. Por otro lado, el edificio número 73 de la calle València afectada por la explosión del martes por la madrugada, no será habitable durante bastante tiempo, según los cálculos del Ayuntamiento de Barcelona

Sin indicios

A pesar de las sospechas de las fuerzas de seguridad y de los vecinos de la calle València, los Mossos no han encontrado indicios que la explosión fuese provocada por la dueña del bar, aunque la investigación para esclarecer los hechos continúa y todavía no se descarta ninguna hipótesis. Los vecinos del bloque 73 de la calle València, sin embargo, lo tienen claro. La presidenta de la comunidad, Iliana Garcimarrero, explicó a ElNacional.cat que: "He podido salvarme la vida, salir al terrado con mis hijas y mi gato. Pero me esperaba lo peor, pensaba que acabaríamos todos quemados vivos". Garcimarrero, sin embargo, tiene claro qué ha pasado. Hace semanas que avisaron a los Mossos d'Esquadra y a la Guardia Urbana de los comportamientos extraños de la mujer que regentaba el bar de debajo de su casa. Había echado a la gente del bar, se enfrentaba a los vecinos y ya había dicho, como mínimo en dos ocasiones, que tenía intención de quemar el local. Aseguraba que había una mafia que le hacía la vida imposible, pero los vecinos también le habían detectado problemas de conducta, hablando sola o creyendo que tenía gente dentro del bar, cuando estaba sola, un hecho que, según la presidenta de la comunidad, pone de relieve algún tipo de problema psiquiátrico.

Sospechas

Por su parte, el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, explicó que, a raíz de quejas de los vecinos por molestias, la Guàrdia Urbana había inspeccionado el local y encontró que "no reunía las condiciones" sanitarias para la manipulación de alimentos, por lo que ordenaron precintar el local provisionalmente. El incendio quemó dos fincas: la de avenida Roma 90 --donde los vecinos de dos pisos todavía han podido volver-- y la más afectada, en la calle València 73, con un ala con "una gravísima afectación desde el punto de vista estructural".