Una nueva víctima de presuntos abusos a menores del monje del monasterio de Montserrat Andreu Soler -muerto en 2008- ha decidido explicar que sufrió acoso por parte de este fraile hace más de tres décadas, con lo cual ya son cuatro las personas que acusan a este religioso de tocamientos.

Agustí Bruach, que tiene 52 años, ha explicado al diario La Vanguardia y también a la comisión independiente creada por el Monasterio de Montserrat para descubrir los casos de abusos, que conoció Soler cuando tenía 17 años y que el monje intentó hacerle "tocamientos", arrinconándolo en una sala y "ejerciendo mucha fuerza" contra él.

Aunque dice que consiguió salir indemne, asegura que ha decidido explicar su experiencia para confirmar el relato de los otros tres afectados que han aparecido de momento.

Según el relato de Bruach, fue en 1985 cuando subió al monasterio de Montserrat (Bages) "por casualidad" y que fue una tercera persona quien le presentó al monje. "De buenas a primeras, me llevó a una sala y, sin que me lo esperara, me acosó. Intentó hacerme tocamientos con una clara intención sexual", explica la víctima, que no obstante consiguió zafarse.

También explica que "en otro momento trató, con unas palabras absolutamente misóginas, manipular de forma pérfida mi tendencia heterosexual". Bruach recuerda que las "claras intenciones pederastas" del fraile le hicieron desistir de entrar "en el servicio de scouts" que Soler dirigía en aquel tiempo.

"Vi que su intención era captar jóvenes para, cuando pudiera, intentar tener relaciones. Había una intención claramente pederasta. Conmigo, por suerte, no se llegó a consumar", manifiesta Bruach, que augura que posiblemente aparecerán más víctimas.

Este afectado ha decidido explicar su experiencia, que "no lo ha dañado para nada", aclara, para "dar apoyo a sobre todo Miguel Ángel Hurtado", que fue el primer denunciante de Soler.