El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la organización humanitaria de mayor alcance y guardián de las Convenciones de Ginebra que establecen las reglas mínimas en tiempos de guerra, ha anunciado hoy que tendrá que prescindir de 1.500 empleados en el mundo. La decisión ha sido tomada por la junta de gobierno de esta institución, se aplicará en el curso de los próximos doce meses y forma parte de un plan para ahorrar 430 millones de francos (431 millones de euros).

Cierre de sedes

Al menos veinte de los 350 lugares desde los que opera la organización en el mundo tendrán que cerrar, en particular en áreas que pueden ser cubiertas por otra oficina o donde otras entidades humanitarias o especializadas en tareas de desarrollo puedan tomar la posta, ha indicado el CICR. 

Las nuevas líneas de la Cruz Roja

La Cruz Roja Española celebró el pasado fin de semana su X Asamblea General en la que aprobó las líneas estratégicas de los próximos cuatro años, y finalizó el periodo electoral en el que el actual presidente, Javier Senent, no accedió a la reelección cumpliendo su idea inicial de mantenerse en el cargo durante ocho años, aun teniendo la posibilidad de presentarse de nuevo, ya que aunque según los estatutos de la Organización la persona que ostenta la presidencia puede presentarse durante tres mandatos de cuatro años como máximo, norma implantada por el propio Senent. La única candidata a la presidencia, y, por tanto, presidenta electa por unanimidad a falta de ratificación por el Consejo de Ministros y posterior publicación en el Boletín Oficial del Estado, fue María del Mar Pageo.

Con la premisa central de trabajar en una "Cruz Roja de las personas", se abordaron los compromisos de las seis áreas de conocimiento de la Institución: Socorros, Inclusión Social, Empleo, Salud, Educación y Medio Ambiente para estar al lado de las personas en situación de vulnerabilidad y ofrecer las mejores y más rápidas respuestas a sus necesidades. Además, se trabajará por una "Cruz Roja que trabaja por las causas" que aborda aspectos relacionados con el cambio climático, la no discriminación y la igualdad de oportunidades con el objetivo de lograr entornos saludables, seguros, sostenibles e inclusivos.

La Asamblea también aprobó ser una "Cruz Roja que trabaja para la base social", con voluntariado, personas usuarias, participantes, beneficiarias, socias, donantes y afiliadas, que se moviliza en su conjunto contra la vulnerabilidad y la discriminación, y estableciendo alianzas y sinergias con los diferentes poderes públicos y entidades privadas; y una "Cruz Roja que trabaja por la transformación, el talento y la transparencia", centrada en cuestiones organizativas como el desarrollo territorial, el funcionamiento e integridad de la Organización, la participación, la digitalización, la gestión del talento, la innovación, la sostenibilidad, economía o la financiación de la Organización, entre otros, para una intervención eficaz y sostenible basada en seguir transformando la Institución utilizando el talento que hay en la Cruz Roja, y siempre rindiendo cuentas a la sociedad con transparencia.