Día 04. Con un sol radiante que despuntaba por encima de las cimas de la cordillera de Aiako Harria, en el sureste de Donosti; y con una elevada temperatura por la época que, generalmente, anuncia la llegada de tormentas; hemos iniciado la cuarta jornada de nuestro viaje a Euskal Herria. La ruta de la jornada de hoy nos ha conducido al "Geoparke del Flisch" —en la costa de las villas de Zumaia y Deba, en el extremo occidental de Guipúzcoa—; y a la villa de Gernika, cuna del edificio político vasco y capital histórica de Vizcaya, entendida como la reunión de los tres territorios vascos de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava.

El Flisch de Zumaia, el libro de geología que explica la historia de la Tierra

A mediodía hemos embarcado en un pequeño barco que ha recorrido la línea de la costa; para observar en toda su dimensión el Flisch, una sucesión de plegamientos provocados por varias colisiones de las placas continentales. Los precipicios del Flisch son una formación rocosa que tiene más de cincuenta millones de años de antigüedad. Son considerados un verdadero libro de geología y cada uno de sus plegamientos una página que explica la historia de la formación de la Tierra. En la costa de Zumaia hemos descubierto que los fenómenos que contribuyeron a la formación de la Tierra, fueron de una virulencia extrema.

Nuestros viajeros a bordo del barco del Geoparke. Zumaia
Nuestros viajeros a bordo del barco del Geoparke. Zumaia.

El mar Cantábrico, un rincón de la inmensidad del Atlántico

Aquel paseo en barca, por aquel entorno natural tan salvaje, nos ha revelado la inmensidad del océano Atlántico. Mientras surcábamos aquellas olas, hemos podido imaginar por un momento, la determinación y la pericia de aquellos navegantes vascos de los siglos XIV y XV, que se aventuraron a atravesar el océano recorriendo las costas del Atlántico norte (Francia, Irlanda, Islandia, Groenlandia y Terranova): aquellos "arrantzariak" (hombres del mar) que, con unos recursos y una tecnología muy limitados, se adentraron en una inmensa y amenazadora masa de agua en busca de los bancos de bacalaos y de ballenas.

Gernika, víctima del primer bombardeo masivo contra la población civil de la historia

Después de este inspirador viaje por la costa, nos hemos desplazado a Gernika para comer. Gernika, capital histórica de Vizcaya (el territorio del actual País Vasco), conserva ocultas las cicatrices de una fecha terrible: 26 de abril de 1937, al inicio de la Guerra Civil española (1936-1939); fue víctima del primer bombardeo masivo contra la población civil de la historia de la aviación. La Lufftwaffe del régimen nazi alemán —aliado de los rebeldes franquistas— tiró miles de kilos de bombas incendiarias contra la población civil, que estaba celebrando el mercado semanal, causando centenares de víctimas y la destrucción total de la villa.

Biblioteca de la Casa de Juntas. Gernika
Biblioteca de la Casa de Juntas. Gernika.

Gernika, cuna del régimen foral vasco

Pero Gernika es conocida, también, como la cuna del edificio político vasco, el régimen foral que consagran el autogobierno del país. En Gernika hemos visitado la Casa de Juntas y el Roble, y hemos conocido la historia de los "Fueros" —que se remonta al siglo XIII—; y la del edificio, que es de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Y hemos conocido la evolución de este régimen desde su creación hasta su plenitud, y la caída provocada por las agresiones gubernamentales españolas, que culminaría con su desaparición —temporal— a la conclusión de las guerras carlistas. Hemos conocido la particularidad del fenómeno carlista en el País Vasco, y hemos entendido la génesis del vasquismo político y cultural, surgida a finales del siglo XIX.