El crimen del pantano de Susqueda pone en marcha hoy los trámites para que un tribunal popular juzgue el caso. Hoy se hace en el juzgado de Santa Coloma de Farners la vista de imputación y vuelve a declarar el acusado Jordi Magentí. Está citado para las 10 de la mañana.

La jornada es un punto de inflexión entre la instrucción que se ha hecho hasta ahora y la que cerrará la investigación antes del juicio.

A Magentí lo juzgará un jurado popular porque la ley establece los delitos que se tienen que juzgar mediante un tribunal profesional y uno popular. Entre estos hay los asesinatos y los homicidios. Y para que así sea, hay que iniciar el trámite para el procedimiento del jurado que es el que se hace precisamente hoy.

A partir de este nuevo punto de la instrucción todas las partes pueden pedir nuevas pruebas. Y la defensa lo aprovechará, según ha podido saber El Nacional, para hacer la petición de todas las diligencias para abrir otra línea de investigación. Hasta ahora la defensa había argumentado falta de pruebas. En su recurso pidiendo que el acusado saliera de la prisión dice que sólo hay "indicios de criminalidad" y que califica de "conjeturas".

Benet Salellas recuerda que no se dispone del arma del crimen, ni de móvil, ni de ningún elemento objetivo que acredite el contacto entre víctimas e investigado como pueden ser huellas o restos de ADN. Según el letrado, para determinar el escenario del doble homicidio, el acto del juez se basa en una prueba de sonido que pivota sobre los cuatro disparos oídos por cuatro habitantes de una masía próxima, dos senderistas y el mismo Magentí. No obstante, Benet Salellas pone en duda la fiabilidad de este análisis, ya que se realizó en una época diferente de la del crimen y en circunstancias meteorológicas diferentes.

De momento, sin embargo, todo apunta hacia una culpabilidad del acusado. Entre los indicios, destaca que las cámaras de videovigilancia captaron su coche, que las pruebas de sonometría han fijado este punto donde Magentí solía pescar como el lugar donde se dispararon los tiros y que la piedra que lastraba el cuerpo del chico provenía de la casa semihundida que hay en la playa, un lugar habitual donde iba a pescar.

Jordi Margentí, el acusado del doble crimen en el pantano de Susqueda, habría vuelto el día siguiente del asesinato al lugar de los hechos con su mujer para esconder el coche de las víctimas. El sumario lo apunta como único responsable del crimen, y aunque todavía no se ha encontrado el arma homicida, los testigos, sus declaraciones contradictorias y las imágenes registradas por las cámaras próximas a la zona del crimen, lo hacen principal sospechoso.

El acusado está en la prisión desde el 1 de marzo pasado.

Los hechos

Jordi Margentí habría matado primero a Marc Hernández con tres disparos y después a Paula Mas de un tiro en la cabeza. Entre los tres primeros tiros y el cuarto se oyen gritos, según ratifican varios testigos, que se podrían atribuir a Paula. Margentí los desnudó y ligó después, con las cuerdas del kayak que llevaban los dos jóvenes, y los hundió en el pantano.

Los dos días siguientes al asesinato volvería a la escena del crimen y haría desaparecer el vehículo en una zona estratégica, que sólo los habituales del lugar tendrían en mente. El asesinato fue el 24 de agosto y hasta cuatro días más tarde, el 28 de agosto no aparece el coche en el fondo del pantano con una piedra en el acelerador.

Al día siguiente, Margentí compra un billete de avión a Colombia para su mujer que se marcha de manera precipitada.

Los cuerpos de los jóvenes no aparecían hasta el 26 de septiembre, un mes después del asesinato.