El sector turístico ha alertado del "brutal" impacto de las "cancelaciones masivas" por el coronavirus. Así lo ha asegurado a la ACN el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (FEVITUR), Tolo Gomila, quien ha cifrado en 73 millones de euros el impacto económico de las anulaciones de las reservas. Las cancelaciones se han concentrado "especialmente" en los días de Semana Santa, una temporada que el Gremio de Restauración ha calificado de "literalmente perdida". "La situación es de enorme gravedad y preocupación, después de golpes muy duros como la cancelación del MWC y el aplazamiento de Alimentaria", ha lamentado el director general del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols.

Más allá de la Semana Santa, el Covid-19 ha provocado una "ralentización" de las reservas de viviendas turísticas para el verano y el Gremio de Restauración de Barcelona ya ha registrado cancelaciones para el mes de septiembre.

En cualquier caso, la pandemia ya está teniendo un impacto directo en el sector turístico. Los hoteleros de la Costa Brava han anunciado que las reservas en los establecimientos se han "paralizado" este mes. Este año, el número de reservas para la temporada turística se incrementó un 8% con respecto al año pasado, una tendencia que "se ha frenado en seco", según el presidente de la Unión de Empresarios de Hostelería y Turismo Costa Brava Centro, Martí Sabrià.

Por su parte, la actividad relacionada con el turismo de negocios en Sitges se ha detenido en plena temporada alta. El presidente del Gremio de Hostelería, Oskar Stöber, ha cifrado en un 90% las cancelaciones y los aplazamientos de congresos, presentaciones o reuniones de negocios previstas para el mes de marzo.

Efectos "tremendos"

En este contexto, el presidente de FEVITUR ha alertado de los efectos "tremendos", especialmente en los destinos de costa, de la cancelación de los viajes del Imserso decretada por el Gobierno. Algunos de los hoteles de las Baleares, por ejemplo, se han visto obligados a retrasar la apertura de abril a junio.

A este factor se suma la cancelación de las frecuencias de vuelos de las compañías aéreas y el impacto en el comercio local. "Hay una asociación muy directa, sobre todo en una ciudad como Barcelona, entre la relación con algunas áreas comerciales y los turistas", ha manifestado el director general de Turismo, Octavi Bono.

Bono ha expresado la "inquietud" generada en el sector por el aumento de las cancelaciones y la ralentización de las reservas, pero ha confiado en la "capacidad de respuesta" del sector. "Igual que vemos reacciones de la demanda que, de una manera muy rápida, llevan a contenerla, veremos también reactivarla con la misma rapidez", ha manifestado.

Por su parte, el director general del Gremio de Restauración de Barcelona se ha referido a una situación "de alerta máxima" en el sector y ha pedido a las administraciones que tomen medidas "excepcionales" para paliar los efectos económicos de la expansión del virus. En concreto, ha pedido acompañar a la cuarentena sanitaria de una "cuarentena económica", con medidas para evitar que las empresas vayan a la quiebra durante la crisis.

Además, los restauradores han reclamado al Ayuntamiento que apruebe una carencia en el pago de la tasa de terrazas y, antes de acabar el año, revise a la baja los nuevos impuestos aprobados en el último plenario. Al Gobierno le han pedido que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) puedan ser adoptados de manera unilateral, sin que haya que abrir el periodo de consultas obligatorio.

Además, han planteado medidas para las empresas que hayan tenido que cerrar al público, ya sea por decisión de la autoridad competente o por la caída del consumo. En concreto, han propuesto obligar a las entidades bancarias a aceptar una moratoria en el pago de préstamos y una carencia forzosa para dejar de pagar el alquiler del local mientras dure el cierre.

Por su parte, el presidente de FEVITUR ha destacado la necesidad de establecer una "línea de ayuda" para el sector y ha reclamado una moratoria de las obligaciones tributarias, como el importe turístico o el coste salarial del IRPF. Asimismo, ha reclamado un aumento de la flexibilidad laboral y la "máxima y absoluta transparencia" por parte del ministerio de Sanidad.