El Gremio de Restauración ha alertado este martes que se ha producido un "avalancha de anulaciones de reservas" para Semana Santa a causa del coronavirus, y ha pedido a las administraciones que tomen medidas "excepcionales" para paliar los efectos económicos que comportará la expansión del virus.

En este sentido, los restauradores piden detener la tramitación de los presupuestos o bien aprobar modificaciones para no aplicar el incremento y la creación de nuevos tributos que se había previsto. "Es ilógico que en un contexto de emergencia económica, la Generalitat se disponga a elevar todavía más la fiscalidad que tienen que soportar las empresas", ha indicado.

En opinión del gremio, la cuadragésima sanitaria se tiene que acompañar de una "cuarentena económica", con medidas para evitar que las empresas vayan a la quiebra durante la crisis. Al margen de la petición a la Generalitat, los restauradores reclaman al Ayuntamiento que aprueben una carencia en el pago de la tasa de terrazas y, antes de acabar el año, revisen a la baja los nuevos importes aprobados en el último plenario.

Con respecto al Gobierno, piden que se permita que los expedientes de regulación temporal de ocupación puedan ser adoptados de manera unilateral sin que haya que abrir el periodo de consultas obligatorio. Eso implicaría, dice el gremio, suspender los contratos de trabajo de manera temporal y evitaría, por lo tanto, tener que recurrir al despido colectivo.

Además, también plantean otras medidas dirigidas a empresas de restauración que hayan tenido que cerrar al público, ya sea por decisión de la autoridad competente o por caída del consumo, o bien que sufran una reducción drástica de los ingresos. En estas situaciones, piden que se condonen determinados impuestos o aplazar su pago sin intereses. También reclaman obligar a las entidades bancarias a aceptar una moratoria en el pago de préstamos y una carencia forzosa para dejar de pagar el alquiler del local mientras dure el cierre.

El gremio remarca que todas las esperanzas del sector estaban puestas en la Semana Santa después de la cancelación del Mobile World Congress y del aplazamiento de la feria Alimentaria.