La respuesta no es la misma hoy que la semana pasada o, aunque sea, la oferta que había en el mercado si se quería hacer la prueba pagando. El ministerio de Sanidad y el departamento de Salut han remarcado que intervienen la sanidad privada por el estado de alarma generado de la crisis del coronavirus. Ningún hospital o laboratorio puede ofrecer a nivel privado una prueba del COVID-19 a quien se la quiera hacer.

Según ha podido saber ElNacional.cat, las principales empresas de biotecnología dedicadas al desarrollo y fabricación de productos de diagnóstico están completamente desbordadas. Diariamente, pueden llegar a producir 40.000 pruebas cada una de ellas y las envían posteriormente a un distribuidor que se encarga de hacer llegar a los hospitales. Estos laboratorios insisten en que tan sólo trabajan directamente con los distribuidores y en ningún caso pueden ofertarlo a título personal.

Por otra parte, las pruebas tienen que seguir la marca CE, es decir, de Conformidad Europea. Un certificado con que no contaban algunos centros que ofrecían, tan sólo hace unos días, estas pruebas. Además, el Real Decreto impulsado por el gobierno de España establece que quien tuviera pruebas las tenía que ceder al ministerio de Sanidad. Por todo ello, laboratorios como Echevarne lo han dejado de comercializar. La semana pasada todavía podíamos ver en su web, la posibilidad de hacerse la prueba del coronavirus por 165 euros. Hoy es del todo imposible.

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En el caso de Echevarne. detallaba que proporcionaban al cliente un kit con una escobilla que se tenía que introducir en la boca, "fregarla diez veces en la parte de la faringe" y posteriormente repetir la misma acción dentro de la nariz. Esta escobilla se tenía que poner en un tubo precintado y se guardaba a la nevera hasta que venía el mensajero a recogerla. Además, también detallaba de que no se podía fumar, beber ni masticar hasta 30 minutos antes de la prueba.

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El tubo se enviaba por mensajería, antes de 24 horas, y daban los resultados a través de correo electrónico. Estos tests ahora no se consideran válidos. El precio de su comercialización en este caso era de 165 euros, por encima de los 46 euros que la sanidad pública le cuesta ya que la demanda, como en el caso de las mascarillas o el líquido desinfectante, también se había disparado.

Otros hospitales aclaran que ahora también están a la disposición del ministerio y han adaptado todo su funcionamiento. No obstante, antes de los últimos cambios sí ofertaban este tipo de pruebas en casos de empresas o colectivos asociados que lo pidieran de forma privada. Es el caso de HM Hospitales que tuvo que aclarar a través de twitter la polémica i especificar que este servicio siempre se había hecho "bajo un control médico del propio hospital y la empresa solicitante".