Palafrugell ha tenido que volver a cerrar sus playas por la gran cantidad de bañistas que había este domingo. Se trata del cuarto fin de semana seguido que tienen que impedir el acceso a las ocho playas del municipio.

A las diez de la mañana ya se habían cerrado cinco, las más pequeñas – la de En Calau, la de Port Bo, la Platgeta, la de Port Pelegrí y la de la Malespina . Como es habitual, la del Canadell en Calella de Palafrugell, la de Tamariu y la de Llafranc han sido las que han tardado más en llenarse.

A las doce del mediodía de este domingo ya no se podía acceder a ninguna de las ocho playas de Palafrugell. Llafranc, la mayor, ha sido la última en llenarse, y sin embargo, decenas de bañistas se han quedado haciendo cola con el fin de esperar que otros se marcharan para poder entrar. El alcalde de Palafrugell, Josep Piferrer, explica que esta situación es "recurrente" desde la última semana de junio, y se ha repetido cada sábado y domingo de este más de julio.

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Cola de bañistas esperando turno para poder entrar en la Playa del Canadell de Calella de Palafrugell | ACN

Piferrer, sin embargo, señala que están "tranquilos" ya que el uso de mascarillas es muy generalizado, dejando de lado en la playa. "La verdad es que se hace muy extraño encontrar a alguien que no la lleve", remarca. El alcalde destaca que el control del aforo de las playas ha sido una medida "esencial", ya que los municipios de Calella de Palafrugell, Tamariu y Llafranc ven cómo se dispara el número de vecinos durante el verano.

Un ojo al ocio nocturno

Donde no está tan tranquilo el Ayuntamiento está en el ocio nocturno del pueblo. Piferrer reconoce la preocupación que tienen por la aparición de varios vídeos en las redes sociales donde se ven clientes que no respetan la distancia de seguridad ni llevan mascarilla. "Todos hemos sido jóvenes, pero tenemos que ir con mucho cuidado", señala el alcalde.

De hecho, desde el consistorio se reunieron el viernes pasado con los propietarios de estos establecimientos para intentar fijar el cumplimiento de las medidas, especialmente entre los más jóvenes. Todo llega justo después de los rebrotes en diferentes zonas de Catalunya, como Figueres o Sant Feliu de Llobregat.