Los Mossos d'Esquadra han levantado en las últimas horas 300 actas por incumplir las medidas de confinamiento, entre las cuales hay 88 familias denunciadas que iban a pasar la Semana Santa en segundas residencias, mientras que el tráfico se redujo ayer un 84% respecto a otros años.

El conseller de Interior, Miquel Buch; el director del Servicio Catalán de Tráfico, Juli Gendrau, y el comisario jefe de la Comisaría General de Movilidad de los Mossos d'Esquadra, Joan Carles Molinero, han informado este viernes de la operación "no salida" coincidiendo con los días festivos de la Semana Santa.

Molinero ha explicado que, desde las 15:00 horas del jueves hasta las 08:00 horas de este viernes, los Mossos d'Esquadra han levantado 300 actas por infringir las medidas de confinamiento derivadas del estado de alarma.

De estas 300 actas, ha precisado, 88 son familias que iban a sus segundas residencias a pasar las vacaciones, algunas de las cuales portaban el maletero lleno de comida, y a las que se ha hecho regresar a su vivienda habitual tras ser denunciadas.

Los Mossos han establecido cerca de 500 controles en los que participan unos 2.000 agentes de la policía catalana para velar por el cumplimiento del confinamiento, unos controles que serán "constantes" durante las veinticuatro horas del día.

Parte de estos controles están situados en carreteras secundarias que dan acceso a poblaciones en las que hay muchas segundas residencias, como en la Vall d'Aran o la Cerdanya, ha citado a modo de ejemplo Molinero.

En cuanto al tráfico, el volumen de vehículos el jueves por la tarde se redujo un 84% en relación a una Semana Santa normal.

Así, en la operación "no salida" del jueves santo circularon por la tarde unos 40.000 vehículos frente a los 250.000 del año pasado, ha explicado Gendrau.

El descenso del tráfico se ha traducido también en un menor número de siniestros en las carreteras catalanas, y en este periodo de Semana Santa se han registrado dos accidentes mortales con cuatro víctimas.