El sector del ocio educativo ha propuesto al Gobierno una ayuda universal a las familias que habitualmente hacen actividades de verano como casales, colonias y campamentos con el objetivo de favorecer su participación. En concreto, proponen que esta ayuda permita reducir un 50% el precio de los casales y un 70% el de los campamentos y las colonias en plena crisis generada por el coronavirus. Así, se propone financiar, por término medio, el 60% del coste del 2019 de las actividades a 486.000 participantes. Eso representa la creación de un primer fondo extraordinario de 78,3 MEUR. Además, también piden a la Generalitat que cubra el 50% del coste de estancias de una semana para familias con hijos en albergues y casas de colonias homologados, hecho que representa una aportación adicional de 7,7 MEUR.

La propuesta la ha hecho llegar al Gobierno a la Confederación Empresarial del Tercer Sector Social de Catalunya, el Assocació Catalana d'Empreses de Lleure (Acellec) y la Asociación de Casas de Colonias y Albergues de Catalunya (ACCAC).

La petición del sector apela al compromiso de todas las administraciones, instituciones privadas y particulares para mantener, como mínimo, las partidas del 2019 destinadas a becas para niños en situación vulnerable. De esta manera, y con la ayuda universal, el sector remarca que se podría doblar el número de beneficiarios y llegar al 40% de la población con ayudas del 100%.

El sector también pide flexibilizar los criterios de acceso y otorgamiento de las becas para recoger nuevas situaciones de fragilidad directamente vinculadas al impacto social y económico de la pandemia de la covid-19.

Recuperación de ritmos y hábitos

Los impulsores de la propuesta consideran que las actividades de ocio educativo de este verano tienen que ser "una herramienta esencial para la recuperación de los ritmos, hábitos y entornos comunitarios de los niños y los jóvenes", con especial importancia a la educación emocional.

Las entidades también piden un espacio de interlocución con el Gobierno, que incluya los departamentos de Educación y Salud, para participar en el diseño y determinación de criterios, protocolos y procedimientos necesarios para garantizar que las actividades de ocio se puedan hacer con la máxima seguridad para los participantes, las familias y los profesionales.