Cuando alguien busca en Instagram el perfil del movimiento estudiantil contra el cambio climático Fridays for Future de Barcelona, no puede entrar en su cuenta. "Esta página no está disponible", dice la red social. La plataforma ha inhabilitado los perfiles de Fridays for Future (FFF) tanto en la capital catalana como en València, después de que publicaran denuncias sobre "la nula ambición de la COP26 de Glasgow", según ha denunciado el movimiento de activistas climáticos. Esta "drástica decisión que silencia las voces del movimiento", se ha tomado, según ponen de relieve, en un "momento trascendental por la lucha por la Justicia Climática", con la celebración de esta cumbre en Escocia.
Según destacan en su comunicado, se han borrado los perfiles "sin dar ninguna explicación" y "causalmente", después de que los movimientos hayan intentado viralizarse unas infografías en que denuncian "la falsedad de los objetivos planteados durante la cumbre". Por eso, piden explicaciones y recuperar sus cuentas, ya que, reconocen, las redes son una de sus herramientas más importantes a la hora de difundir su mensaje, dirigido mayoritariamente a los jóvenes, para que estos tomen conciencia sobre la crisis climática y sus efectos.
Silenciar movimientos
En su comunicado, la plataforma ecologista ha explicado que "las redes sociales, como Instagram, son hoy en día una herramienta imprescindible para la difusión y la movilización en todo tipo de campañas, y sin ellas el movimiento de Fridays for Future sería muy diferente". Por eso, ha lamentado la "tendencia que tienen estos espacios a silenciar movimientos como FFF" y al mismo tiempo, potenciar el discurso de la ultraderecha. "Acciones como las tomadas por Instagram este martes 9 de noviembre no hacen más que favorecer este desequilibrio, potencian desigualdades entre voces y hacen saltar todas las alarmas", han lamentado.
Una de las publicaciones censuradas en Instragram / Twitter
El movimiento ha querido denunciar, aparte de la inhabilitación de su perfil, el hecho de que Instagram, que pertenece a la corporación ahora nombrada Meta, como cualquier otro grande multinacional, se haya sumado al discurso del greenwashing, es decir, asegurar que se hacen políticas y acciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, cuando en realidad no es así. De esta manera, se quejan los activistas, mientras han publicado varias campañas en apoyo a la justicia climática, han borrado sus perfiles, donde hacen el mismo pero desde una perspectiva mucho más crítica.
"Creo que a la gente que mueve Instagram no le gusta que se difunda información sobre la verdad de la COP26 y, como saben que tenemos muchos seguidores, tanto Barcelona como Valencia, nos han inhabilitado las cuentas", asegura Albert Pla, activisa de FFF en Valencia. Por eso, pone de manifiesto la necesidad de "revertir esta situación de manera inmediata. En esta COP26 tan desigual y parcial, donde ya faltan muchas voces de activistas en primera línea de la crisis climática, no nos podemos permitir tener todavía más voces silenciadas".
"Bla, bla, bla"
La líder de este movimiento, la popular activista sueca Greta Thunberg, también ha denunciado reiteradamente tanto en las redes como en varias manifestaciones en Glasgow la poca utilidad de esta cumbre. El movimiento, ahora censurado en Barcelona y Valencia, reunió a 8.000 estudiantes en huelga en el centro de la ciudad escocesa, liderados por Thunberg, asegurando que "los políticos no harán lo que toca, así que haremos que nos oigan."
La joven sueca ha lamentado vía Twitter que la COP26 "es la más excluyente de la historia", criticando que "eso ya no es una conferencia sobre el clima, es un festival de greenwashing del Norte global". Además, Thunberg, que este enero cumplió 18 años, aseguró que lo que se está celebrando en Glasgow no es más que "dos semanas de negocios como siempre, bla, bla, bla", en referencia a su popular discurso sobre las palabras vacías de los políticos en su supuesta lucha contra la emergencia climática.
En la imagen principal, el movimiento Fridays for Future se manifiesta en Glasgow con Greta Thunberg / Efe