Cuatro de cada diez conductores o peatones muertos el año pasado habían consumido alcohol, drogas o psicofármacos, según los datos del Instituto de Medicina Legal de Catalunya (IMLC) de acuerdo con los análisis hechos a 218 víctimas mortales por accidente de tráfico de 2022. Consumir alcohol y drogas y conducir es peligroso, lo sabe todo el mundo. Para evitar que los conductores lo hagan después de haber bebido o consumido droga, los Mossos d'Esquadra tienen previsto hacer este fin de semana, desde hoy, jueves, 1.000 controles de alcoholemia y drogas coincidiendo con la celebración de las comidas y cenas de empresa antes de Navidad.

Según el subinspector jefe del área regional de tráfico de la región Metropolitana Sur de los Mossos, Marc Patxot, "el 0,0 es la única tasa de alcoholemia segura a la hora de conducir" y recuerda que "alcohol, drogas y conducción son incompatibles". Las pruebas se harán en carreteras de todo Catalunya y, avisan los Mossos, de que no siempre serán, como era antes habitual, de noche. Esta campaña, coordinada con el Servicio Catalán del Tráfico, también tiene previsto desplegar este millar de controles durante estos días donde todas las empresas celebran las comidas, cenas y fiestas de Navidad.

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Imagen de uno de los aparatos de control de alcohol de los Mossos d'Esquadra / ACN

El objetivo de la campaña es concienciar a la ciudadanía que "conducir bebido o drogadicto puede provocar accidentes de tráfico graves e, incluso, mortales". El subinspector Patxot indica que "cada año entre el 30% y el 40% de los conductores muertos estaban bajo los efectos del alcohol o las drogas". Patxot insiste en el hecho de que aunque la tasa resultante de una prueba de drogoalcoholèmia esté dentro del mínimo permitido, "por poco que sea, siempre hay una influencia de droga o alcohol en la sangre" que puede resultar perjudicial.

La mitad de las pruebas por drogas son positivas

En la campaña de controles policiales de drogoalcoholemia durante las mismas fechas del año pasado, se impusieron 959 denuncias por positivo en alcoholemia, lo que supone un 6% del total de pruebas de alcoholemia realizadas. De las 666 pruebas de estupefacientes efectuadas, en 362 casos se dio positivo. Por otra parte, en el 2022 hubo 3.264 sanciones penales de alcoholemia y drogas en Catalunya, un 21% más que en el 2019, cuándo se registraron 2.696. Este 2023, según datos provisionales, se han iniciado 2.589 expedientes penales por conducir bajo los efectos de alcohol y drogas.