Los nuevos jardines de Màlaga, en el distrito de Sants de Barcelona, han abierto al público la última semana de mayo, justo después de las elecciones municipales. La actuación, que abarca cerca de 3.000 metros cuadrados, ha integrado los jardines existentes con los accesos en un equipamiento comercial y un aparcamiento subterráneo. La reurbanización del interior de la isla formada por las calles Nicaragua, Berlín, Numància y la avenida Josep Tarradellas, sin embargo, presenta barreras arquitectónicas que no hacen la nueva plaza accesible para todo el mundo.
La zona central de la plaza, que corresponde al parque infantil, se organiza en dos espacios, dividiéndolo por edades de 0 a 4 años y de 5 a 12. En una zona se ha instalado toboganes múltiples, columpios, asientos con cesta para bebés y casetas de madera. Ahora bien, para entrar a toda esta zona de recreo hay que superar una serie de desniveles que imposibilitan el paso a ciudadanos con sillas de ruedas automáticas, y lo dificultan en cochecito de bebé o movilidad reducida.
Si bien el acceso al nuevo supermercado cuenta con una rampa, la nueva plaza se delimita en sus cuatro lados por peldaños de cemento. Un solo peldaño en el lado próximo a la superficie comercial y hasta cuatro en el lado perpendicular.
Fuentes técnicas de Parcs i Jardins del Ayuntamiento de Barcelona aseguran que desde antes de iniciar las obras se ha tenido en cuenta la construcción de rampas de accesibilidad, dentro de las políticas de eliminación de barreras arquitectónicas, que permite a vehículos de ruedas personales y derivados acceder al parque.
Concretamente, el acceso a la zona infantil y a la zona de arena está pensado "a través de unas escaleras accesibles", que se convierten en rampa en uno de sus extremos. Es cierto que la rampa en cuestión, que permite el acceso desde la calle Numància, facilita la bajada a los vehículos de ruedas, pero en el extremo más bajo hay un último peldaño que inhabilita la funcionalidad. El desnivel es de 11 centímetros.
Al desnivel final de la rampa, se suma una segunda barrera arquitectónica. Al extremo derecho de la pendiente se ha colocado una papelera que vallaría el supuesto paso.
El Ayuntamiento pone en valor también que dentro del parque hay "itinerarios" lo bastante amplios pensados expresamente para entrar en cada una de las zonas infantiles.
Este es el aspecto que tenía la plaza antes de las obras. En la fotografía se aprecia que anteriormente para acceder al parque había una rampa ancha. 
Foto: Ajuntament de Barcelona
Las obras en los jardines de Màlaga empezaron el 5 de marzo y se han alargado hasta finales de mayo. La actuación ha comportado la plantación de nuevos árboles, la instalación de nuevos elementos de mobiliario urbano y de iluminación y la pavimentación con loseta y asfalto.
Por motivos de seguridad, el parque infantil ha sido cerrado durante las obras. El acceso y salida de vehículos se ha realizado por la Nicaragua sin producir afectaciones al tráfico. Respecto a la zona de peatones, la acera de la calle Nicaragua se ha estrechado.