La consellera d'Interior i Seguretat Pública, Núria Parlon, se ha desplazado este miércoles a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Lleida, en la capital del Segrià, para reunirse con los agentes que resultaron heridos en el ataque por parte de una turba, el pasado lunes 28 de abril, en el barrio de la Mariola. Cuatro de los seis agentes, de l'ARRO y d'USC, necesitaron puntos de sutura después de ser atacados con piedras, palos de madera y barras de hierro cuando se desplegaron en este barrio de Lleida tras el aviso de una pelea.
Esta brutal agresión desencadenó una crisis en el cuerpo de los Mossos d'Esquadra, primero por las declaraciones que hizo el inspector jefe de la comisaría de Lleida, Xavier Ribelles, que intentó minimizar los hechos y aseguró que iban con el sueldo, y también por la falta de implicación, según los sindicatos y hoy también Junts en el Parlament, del jefe del cuerpo, el comisario Miquel Esquius, y el director político de los Mossos, Josep Lluís Trapero, que no se desplazaron a Lleida durante toda la semana y no asistieron, el viernes, a una reunión que se celebró con los sindicatos policiales.
La lideró, en nombre de la jefatura, el comisario Josep Maria Estela, acompañado del comisario superior David Boneta y el comisario jefe de Lleida, Josep Codina. Este lunes, unas 500 personas se concentraron delante de la comisaría para denunciar la cobardía de los mandos policiales y políticos, convocados por los sindicatos USPAC y la sección de Mossos de CCOO. El '57', el número de puntos que recibieron los agentes lesionados con heridas abiertas, se convirtió en el símbolo de esta revuelta policial, viendo que cada vez hay más incidentes con agentes heridos. Más allá de los hechos de la Mariola, este fin de semana tres agentes resultaron heridos a mordiscos por un multirreincidente detenido.
Reunión privada con los heridos de Lleida
La consellera Parlon, el mismo lunes, hizo un tuit condenando los hechos y, durante la celebración del Día de las Esquadres de la comisaría de Santa Coloma de Gramenet, el municipio del que fue alcaldesa antes de ser consellera, también aprovechó el discurso ante los agentes para lamentar la agresión y explicó que se habían puesto en contacto con los agentes heridos. Hoy en el Parlament, en respuestas a los grupos parlamentarios, ha vuelto a recordar que había condenado los hechos y, aunque ha asegurado que la conflictividad en las calles de Cataluña ha aumentado, también ha avanzado que no tolerará más ataques a los Mossos.
La consellera se ha reunido de manera privada con los agentes heridos, acompañada del director político de los Mossos y también de mandos de la zona de Lleida. Se espera que en el encuentro, que ha arrancado a las cinco de la tarde y que avanza ElNacional.cat, la consellera vuelva a mostrar su apoyo a los agentes y cierre filas con los policías lesionados. Es la primera vez, más de una semana después, que Parlon y Trapero se acercan a Lleida, desde el inicio de la crisis. Los sindicatos policiales USPAC y CCOO se han mostrado duros por la incomparecencia del director político de los Mossos y del jefe del cuerpo, llegando a asegurar que no tenían claro si eran “reales” o un “holograma”.