Los meses de confinamiento aumentaron todavía más el abuso de los más pequeños de las pantallas. Mientras muchas familias tenían que teletrabajar, los niños se distraían con la televisión, el móvil, los ordenadores o las tabletas. También los utilizaban para seguir las clases en línea y comunicarse con los amigos, y para compartir ratos de ocio con la familia cuando acababa la jornada escolar y laboral.

Manuel Armayones, profesor de Psicología y Ciencias de la Educación en la Universitat Oberta de Catalunya e investigador del eHealth Center, considera que claramente se abusó de las pantallas. Señala, sin embargo, que "no tenemos que buscar culpables. Todos lo hicimos de la mejor manera que pudimos, y ahora solo podemos mirar atrás e intentar aprender alguna cosa de aquella etapa".

¿Cómo afecta el exceso de pantallas a los niños?

El experto puntualiza que "se trata de un abuso, no de una adicción", y que viene de tiempo atrás. Una exposición abusiva a estas tecnologías puede generar un malestar excesivo, irritabilidad y aislamiento. A largo plazo, la actividad sedentaria puede alterar las horas de sueño y provocar problemas de sobrepeso u obesidad.

niños pantallas unsplash

Una exposición excesiva a las pantallas puede provocar malestar excesivo, irritabilidad y aislamiento / Unsplash

Otros estudios añaden que el uso excesivo de pantallas en menores podría llegar a afectar a su desarrollo cognitivo. Hace falta, por lo tanto, hacer una desconexión digital y romper la dependencia con la tecnología.

Con el fin de conseguirlo, es importante limitar el tiempo que se dedica a las pantallas en función de la edad. Se recomienda que los menores de dos años no hagan un uso rutinario de las pantallas; de tres a cinco años se recomienda hacer un uso máximo de 30 minutos al día; de seis a doce años se aconseja utilizarlas una hora al día como máximo y, finalmente, de trece a dieciséis años el límite es de dos horas diarias.

Consejos para facilitar una desconexión de las pantallas

Los datos, sin embargo, demuestran que hasta la llegada de la pandemia los niños pasaban unas tres horas diarias enganchados a todo tipo de dispositivos. Durante el confinamiento, el consumo de televisión aumentó hasta un 70%, y el uso de móviles, tabletas y consolas creció un 80%, según un boletín informativo publicado por Kantar Media.

Armayones, experto en el impacto de estas nuevas tecnologías, apunta cinco consejos para conseguir que los niños y niñas desconecten de las pantallas.

1
Establecer unas normas
Consejos para desenganchar a los niños de las pantallas

El primer y más importante paso para poder regular el uso de los dispositivos digitales es poner normas claras. El experto insiste en que "hay que tener una conversación sincera para que entiendan por qué no pueden estar todo el día enganchados y por qué tienen que seguir algunas normas".

Estas tienen que incluir lo que se puede hacer y el que no, cuánto de tiempo se le puede dedicar y en qué momentos del día hay que reducir su uso. Sobre todo, lo que hay que tener en cuenta es "si el uso de estos dispositivos cambia el comportamiento de los niños o si las actividades que llevan a cabo, como en el caso de los videojuegos, les crean una cierta adicción", añade.

2
Pactar condiciones
Consejos para desenganchar a los niños de las pantallas

Hay que establecer normas, pero eso no significa que a veces no puedan ser flexibles. "Si un niño se porta bien y tiene un buen rendimiento escolar, a veces le podemos dejar el móvil un ratito más. En otros casos, cuando vemos que el uso de estas herramientas genera un problema, es importante restringir el uso", explica el experto. Asimismo, hay que aclarar que el tiempo pactado también puede variar en función de las circunstancias. En periodos de exámenes, por ejemplo, habrá casos en que habrá que reducir el uso de estas herramientas.

«Hay que recordar que encaramos esta conversación como padres. Nos guste más o menos, a veces tenemos que imponer ciertas normas», comenta.

 

3
Ofrecer alternativas
Consejos para desenganchar a los niños de las pantallas

Cuando se limita el uso del móvil se tienen que ofrecer alternativas para que se haga más soportable para los niños. Las actividades al aire libre, por ejemplo, son fundamentales para el desarrollo de los pequeños. Y para hacerlas no hay que depender de ningún elemento tecnológico.

Los niños no piden nunca el móvil cuando están en la playa o en un parque acuático, porque se lo están pasando bien y están entretenidos. Sí que lo piden, por ejemplo, cuando vamos a comer y se aburren con las conversaciones de los adultos. Eso nos tendría que hacer pensar", comenta el experto.

4
Tenemos que dar ejemplo
Consejos para desenganchar a los niños de las pantallas

De nada sirve advertir sobre la importancia de reducir el uso de pantallas si no damos ejemplo. "Enseñamos muchas más cosas a los niños cuando no les intentamos enseñar nada que cuando sí que lo intentamos hacer", comenta Armayones.

"Si queremos enseñar a los niños a que no tienen que depender de una pantalla, es imprescindible que los adultos les demostremos lo mismo con nuestras acciones", señala el investigador.

5
Sin contraseñas, pero con seguridad
Consejos para desenganchar a los niños de las pantallas

Finalmente, hay que recordar que los móviles que utilizan los niños siempre tienen que estar supervisados y que, por lo tanto, no tenemos que poner contraseñas. "Es más importante la seguridad de los niños que su privacidad. Por eso es fundamental que estemos pendientes de cómo utilizan el móvil y de qué hacen con él", comenta. Así, pues, el experto también recomienda aplicaciones diseñadas para el control parental de estos dispositivos.

Imagen principal: niña utilizando una tableta / Unsplash