La Audiencia Nacional ha condenado a penas de 8 y 12 años de prisión a diez yihadistas detenidos por los Mossos en el 2015 y que planeaban atentar a puntos emblemáticos de Barcelona como el Parlament y propusieron secuestrar a una persona, vestirla con un mono naranja y degollarla ante una cámara.

En la sentencia, la Sección Cuarta de la Sala del Penal señala que los acusados constituyeron una célula en Terrassa, que fue desarticulada en la llamada operación 'Caronte', "con la única finalidad y motivo de cumplir y servir los postulados del Daesh, atentos para llevar a cabo en cualquier momento un ataque contra instituciones como la policía, entidades bancarias o intereses judíos asentados en España".