La emergencia climática es más evidente que nunca. El mundo lucha a contracorriente para revertir los efectos del cambio climático y crear un planeta más limpio y, en este contexto, uno de los sectores con más retos pendientes es el de la movilidad, ya que el transporte ya es el mayor emisor de CO₂ en nuestra casa, mucho por delante de la industria y la electricidad. Es por eso que la movilidad juega un papel crítico en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y está presente en varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una hoja de ruta que tienen que hacer posible la descarbonización de nuestras vidas mediante una gestión sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico.

Ahora mismo, el sector de la movilidad se enfrenta, pues, al gran desafío de alcanzar la descarbonización. Un reto que requiere crear una movilidad más inteligente, segura y, en consecuencia, sostenible, para dar respuesta a las necesidades de transporte de hoy y de la mañana. Hay que conseguir que la sociedad se mueva con cero emisiones y en un entorno digitalizado y seguro, lo que requiere grandes esfuerzos e implicación de todos los países del mundo y el firme compromiso inversor de todos los actores implicados, tan públicos y privados.

El escenario climático actual empuja a la construcción de una movilidad justa, verde, bien estructurada y conectada y que impulse, desde la movilidad, una sociedad inclusiva, moderna y progresista.

Si lo trasladamos al caso del estado español, a pesar de tener unas de las mejoras infraestructuras de la Unión Europea, hace falta tecnificarlas, modernizarlas y adaptarlas por|para un futuro sostenible. Además, se tienen que asegurar las inversiones necesarias para conservar, mejorar, extender y digitalizar la red vial. Y en eso, el mundo privado tiene un papel fundamental e imprescindible.

Un caso destacado en nuestra casa es el del Abertis, que hace más de sesenta años que trabaja para ser un aliado clave en la gestión sostenible de las infraestructuras del futuro y que ejerce un papel esencial en el desarrollo de nuestro territorio en este sentido. En concreto, Abertis se ha puesto al servicio de la administración para adecuar las infraestructuras y contribuir a crear una nueva movilidad descarbonizada y descongestionada a través de múltiples líneas de actuación, a partir de vehículos menos contaminantes, el consumo de energía verde y la mejora de la gestión de residuos.

Descarbonizar el tráfico

Entre las diferentes estrategias de descongestión y descarbonización del tráfico en nuestro país, será de vital importancia facilitar la circulación de los vehículos eléctricos y el uso de combustibles alternativos (incluido el hidrógeno), pero también la compra y la generación de energía renovable para alimentar tanto la infraestructura como los vehículos. Para hacerlo, hará falta, en paralelo, la puesta en marcha de electrolínies a lo largo de todas las redes de alta capacidad que permitan proveer los vehículos de energías limpias.

Esto Abertis lo tiene claro y ya está instalando en las autopistas puntos de recarga para vehículos eléctricos, altamente implantados en la red de Francia e Italia. Además, se está estudiando la posibilidad de desarrollar un corredor eléctrico que ofrezca una solución de carga inalámbrica para vehículos eléctricos, en qué sean las mismas autopistas las encargadas de recargar los vehículos. En este sentido, Abertis también desarrolla soluciones sostenibles basadas en la tecnología y la innovación. En Francia, por ejemplo, la compañía está haciendo pruebas con vehículos de hidrógeno como vehículos de servicio. Por su parte, en el Brasil y Puerto Rico han instalado paneles fotovoltaicos en los techos de las plazas de peaje y en edificios de áreas de descanso para generar electricidad, que se consume localmente.

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Reducir residuos

Por otra parte, en la lucha contra el cambio climático, la innovación aplicada a la recuperación de los residuos y el uso de los materiales reciclados presenta un gran potencial por|para la reducción de los impactos ambientales en el ciclo de vida de las autopistas, que permite generar sinergias positivas con los diferentes 'stakeholders' en relación con el cierre de los círculos productivos. Las autopistas son las vías más repavimentadas porque estas vías requieren más exigencia, ya que soportan un volumen mayor de tráfico que en las carreteras comarcales o las autovías.

Así pues, el tratamiento de la infraestructura en el caso de las vías de alta calidad es mucho más minucioso para ofrecer una conducción confortable. Abertis también trabaja en este sentido y se ha marcado el reto en términos de mantenimiento de las infraestructuras de utilizar el mínimo de materia prima y el máximo de materia reciclable al inicio del ciclo, de manera que todo el residuo generado sea reciclado adecuadamente con el objetivo de reducir, así, la huella de carbono generada por la compañía. De hecho, la compañía ya está desarrollando varias pruebas piloto en este sentido en algunos de los países donde opera y su objetivo es seguir creciendo en este ámbito.

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Más esfuerzos que nunca

La lucha actual requiere más trabajo, innovación control y conciencia. Y en su compromiso con el planeta, Abertis también participa en la iniciativa Carbon Disclosure Project, un cálculo anual de la huella de carbono siguiendo estándares internacionales de referencia que permite monitorar y comunicar permanentemente el impacto de sus actividades sobre cambio climático. De esta manera, se da respuesta a las expectativas de los diferentes grupos de interés y permite el seguimiento de los objetivos establecidos. Los datos registrados en el Carbon Disclosure, para analizar la huella de carbono que genera Abertis, han permitido a la empresa trabajar en un plan de iniciativas en materia de sostenibilidad. Por una parte, se calculan las emisiones derivadas de la actividad de la compañía, pero también se miden las emisiones respecto de los servicios de movilidad que ofrece Abertis.

Las principales acciones implantadas en este sentido incluyen la renovación de la flota de vehículos por otros de menos contaminantes, la implantación de medidas de eficiencia energética, la instalación de mecanismos de generación de electricidad limpia y la sustitución de luminarias. Además, Abertis desarrollará una nueva línea de acción enfocada a detectar los riesgos y oportunidades a todos los países donde opera (cuantificado económicamente) para hacer que las infraestructuras del grupo sean más resilientes ante el cambio climático.

En definitiva, ante el gran reto mundial actual de transformar la movilidad, Abertis es una compañía en lo referente a nuestro país en la lucha contra el cambio climático a través de la apuesta por la innovación. Sin duda, los gestores de infraestructuras se enfrentan a un gran reto para descarbonizar el sector, pero hace falta que haya una colaboración constante con administraciones y gobiernos para colaborar en la consecución de los ODS que tanto urgen y que ahora mismo son críticos para revertir el cambio climático. Así pues, el nuevo modelo de movilidad tiene que contar con la participación, el esfuerzo y la implicación de todos los agentes políticos, económicos y sociales. Y también necesitará un fuerte impulso inversor que tiene que nacer, como ya pasa en otros países de la Unión Europea, de la colaboración público-privada.