El inicio del curso escolar llega cargado de ilusión, reencuentros y novedades, pero también con esa lista infinita de preparativos que pueden poner a prueba los nervios. ¿Uno de los clásicos? Forrar los libros. A menudo se deja para el último día y acaba siendo una carrera contrarreloj. Pero no tiene por qué ser así: con unas cuantas pautas sencillas y algún truco práctico, esta tarea puede convertirse en un momento agradable, incluso creativo. En este artículo te mostramos cómo convertirte en todo un experto a la hora de forrar libros para que queden bien protegidos y con un acabado impecable que dure todo el curso.

❌ Todo lo que hacemos mal antes de la vuelta al cole: los 4 trucos para que este año empecéis mejor
 

Los trucos que necesitas para forrar libros como todo un experto

Antes de forrar los libros, llega la gran pregunta: ¿usar plástico adhesivo o plástico normal? La respuesta dependerá un poco de tu tiempo y la durabilidad que busques. Si eliges plástico normal, te librarás de las burbujitas pero no de las arrugas. Las fundas plásticas ya preparadas no sirven para todos los libros y si usas rollo no adhesivo, el uso de las tijeras y cinta adhesiva puede terminar por crisparte los nervios. Nosotros te recomendamos el plástico adhesivo por tres razones: es más rápido, duradero y mucho más estético. ¿Te preocupan las burbujas? Con estos trucos, te olvidarás de ellas.

El truco de la regla

Para este trucazo solo necesitas una regla grande de plástico y confiar en el poder de la presión de tus manos. Sigue estos pasos:

  1. Extiende el rollo de papel adhesivo con la parte de la cuadrícula hacia arriba. Los cuadritos te servirán de guía para tomar las medidas del libro.

  2. Apoya el libro sobre la cuadrícula y corta el papel dejando dos centímetros de margen en cada extremo.

  3. Empieza despegando una de las esquinas del papel y, cuando tengas unos 4 centímetros despegados de la esquina superior e inferior de uno de los lados, coloca el libro sobre el lado adhesivo, respetando los dos centímetros del extremo. Es importante que coloques al libro de manera que quede la parte trasera hacia arriba.

  4. Dale la vuelta al libro y ayúdate con una regla para ir despegando el resto del adhesivo

  5. El truco es ir despegando y arrastrar con la regla, presionando y deslizando para que no queden burbujas.

  6. Y si se te escapa alguna burbuja, pínchala con una aguja y vuelve a pasarle la regla

Si no lo tienes muy claro con este vídeo te comerás las dudas: 

Un paño te hace el apaño

Busca un paño limpio de cocina que vamos a forrar libros. ¿Lo tienes? Bien, ahora mira qué fácil es decirle adiós a las burbujas:

  1. Desenrolla por completo el rollo y vuelve a enrollarlo del lado contrario. La parte adhesiva debe quedar ahora por fuera.

  2. Apoya el libro y toma de referencia dos dedos de margen arriba y abajo y un dedo por el lateral.

  3. Recórtalo y asegúrate que lo has medido correctamente.

  4. Cubre el libro como si fueras a envolverlo para regalo y presiona para que se marquen los pliegues, despega el extremo lateral derecho y deja que se pegue una pequeña parte al libro.

  5. Poco a poco, ve despegando el resto del adhesivo a la vez que vas presionando con el trapo de cocina con movimientos de arriba-abajo. Trata de aplastar toda burbuja antes de seguir despegando.

  6. Después corta las esquinas y pégalas en la cara interior del libro. Sigue el mismo procedimiento con los otros extremos.

  7. Pega el canto del libro presionando con tus dedos.

  8. Dale la vuelta al libro y sigue el mismo proceso de despegado y paño. Procura no avanzar hasta que veas que queda liso y sin burbujas.

¡Libro forrado! ¿Ves que no era tan difícil? Solo encuentra un momento de tranquilidad, pon música relajante y la montaña de libros de texto irá desapareciendo ante tus ojos con estos dos trucazos que querrás compartir en el grupo de padres del colegio.

Te va a sobrar tiempo para salir de senderismo, continuar con la novela que te está hechizando o realizar alguna de estas fantásticas excursiones:

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