A partir de este mismo mes de julio todos los coches nuevos que se homologuen a la Unión Europea tendrán que incorporar unas novedades obligatorias que ayuden a la conducción. La idea es que en los próximos años todavía se añadan más cambios. Todo, con el objetivo de reducir la siniestralidad a la carretera. De esta manera, cuentan con que con estas medidas se podrán reducir en 25.000 personas la cifra de muertes y en 140.000 los heridos graves en accidentes de cara al 2038. Te explicamos todo lo que tendrán que tener a partir de ahora los coches nuevos:

  • Una caja negra como la de los aviones para saber qué ha pasado en caso de accidente. Esta tendrá que almacenar datos de velocidad, accionamiento de volante, aceleraciones y frenazos, activación de los sistemas de seguridad pasiva y como funcionaban luces e intermitentes antes del accidente. De esta manera se pretende recoger datos sobre los incidentes con el fin de tener más información a la hora de fabricar los coches del futuro. Según asegura Europa, los datos serán anónimos y no las podrán utilizar ni las aseguradoras ni la justicia.

  • Un asistente de velocidad inteligente. Se trata de un sistema capaz de leer las señales de velocidad de la carretera y mantiene e impide superar esta velocidad mediante el control del acelerador. Estos dispositivos todavía no están perfeccionados y es por este motivo que la nueva normativa, de momento, permitirá desconectarlos a través de un botón o presionando a fondo el acelerador.

  • Un detector de cansancio, que analice los movimientos del volante y la manera como el conductor lo mueve. Este sistema lo avisará a través de vibraciones en el volante o alertas en caso de somnolencia. También recomendará hacer pausas después de dos horas de conducción a más de sesenta kilómetros por hora.

  • Una alerta para cuando haya un cambio de carril involuntario. Es obligatorio un aviso de salida de carril, pero no el sistema de corrección que gira el volante en dirección contraria cuando se detecta la posibilidad de invadir el carril contrario.

  • Un sistema de frenazo de emergencia. Este aparato tendrá que detectar posibles colisiones y avisar el conductor. En caso él no frene, el sistema puede llegar a frenar el coche y, si el conductor reacciona rápidamente y frena, el sistema aplica toda la potencia de frenazo independientemente de hasta dónde esté presionando el pedal el conductor. Eso sí, el sistema se desactiva si el conductor hace una maniobra evasiva.

  • La preinstalación de un alcoholímetro. Se trata de una medida de futuro que todavía no se aplicará, pero tendrá que estar preinstalada. Imposibilitará poner el coche en marcha en caso de que se supere un determinado límite.

  • Una cámara detrás. Si bien la gran mayoría de coches nuevos ya llevan incorporada una cámara para aparcar y ver qué hay detrás, a partir de este julio los vehículos también tendrán que tener un sistema de detección de tráfico cruzado. Esta función permite ver si se acerca algún coche en perpendicular cuándo estamos aparcados en batería. También podrán frenar el coche en caso de peligro.

  • Alerta de cinturones en todos los asientos. Hasta ahora era obligatorio para el conductor y ahora lo es para todas las plazas.