Los autores materiales del 17-A no sólo querían alquilar vehículos para atentar contra población civil, sino que también lo querían hacer para transportar explosivos. Esta información se desprende del sumario de la investigación, al cual ha tenido acceso TV3, donde se asegura que los terroristas querían adquirir todoterrenos para perpetrar el atentado, según los investigadores de los Mossos d'Esquadra.

Los vehículos los tenía que conseguir Youssef Aalla el día antes de los atentados, el 16 de agosto, pero fue uno de los muertos en la explosión en la casa de Alcanar. Aparte de eso, de la investigación también se desprende cierta improvisación en la preparación del ataque, ya que los terroristas no sabían la documentación que se pedía para alquilar vehículos o, tampoco, para comprar productos industriales con los que se tenían que fabricar los explosivos.

Del sumario del caso también se desprende que los autores del 17-A habían tanteado a amigos y familiares para que les alquilaran los vehículos, que finalmente fue furgonetas.

¿Con qué querían fabricar los explosivos?

Según el sumario, los terroristas no sólo querían usar bombonas de butano para fabricar los explosivos sino que también querían usar peróxido de hidrógeno, más conocido como agua oxigenada. Según las informaciones, durante el mes anterior a los atentados, los terroristas compraron 340 litros de esta sustancia en una tienda de Tortosa. Las compras siempre fueron en efectivo y sin factura.

Terroristas Barcelona atentado 17-A

Para engañar al propietario del establecimiento justificaron la compra asegurando que querían el agua oxigenada para blanquear ropa en una lavandería que tenían en Marruecos.

Además, un testigo también ha declarado que recuerda ver congeladores dentro de las furgonetas que alquilaron los terroristas. Según los investigadores de los Mossos, la presencia de cámaras frigoríficas quiere decir que pretendían fabricar un explosivo llamado TATP, más conocido como "la madre de Satán", para el cual se necesita frío. Otro informe asegura que en Ripoll también se fabricó TATP.

Terroristas

Según otra testigo del caso, "terroristas" era la palabra con la que se autodenominaban los autores de los ataques en Barcelona y Cambrils. Según el testimonio de esta mujer y sus hijos, un grupo de jóvenes se les acercó cuando estaban en la playa el 16 de agosto y les dijeron, en inglés y francés, que eran, efectivamente, "terroristas".

De este grupo de seis jóvenes han podido identificar a dos. Uno de ellos era Younes Abouyaaqoub, quien atropelló mortalmente a 13 personas en la Rambla y asesinó a navajazos a Pau Pérez para poder cogerle el coche para huir de Barcelona.

¿Dónde estaba Younes la mañana de los atentados?

El 17 de agosto por la mañana Younes estaba en Ripoll con Mohammed Hychami, uno de los atacantes de Cambrils, y un testigo recuerda que se marcharon de la ciudad en una furgoneta de alquiler. Se dirigían a Barcelona.

Las investigaciones sitúan a Abouyaaqoub en Ripoll, Cambrils y Sant Carles de la Ràpita los tres días anteriores a los atentados. Además, se indica que robó un objeto, por ahora desconocido, en una tienda y compró interruptores, bombillas y otros componentes eléctricos que, según los Mossos, sirven para fabricar artefactos explosivos, como las mechas pirotécnicas que se encontraron en Alcanar después de la explosión.

Disfraces de policía

El hermano de Younes Abouyaaqoub, Hicham, fue quien hizo sospechar a los Mossos de la posibilidad de la existencia de una célula terrorista en Catalunya. Según el sumario, el cuerpo de Mossos alertó al juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, de movimientos sospechosos del hermano de Abouyaaqoub y dos amigos al comprarse tres disfraces de policía en una tienda de Vic, donde también los vieron probarse los disfraces con un "chaleco que simulaba ser antibalas".

Los agentes siguieron los movimientos del pequeño de los Abouyaaqoub en los días posteriores a la compra de los disfraces, que coincidió con las fiestas de Carnaval. Mossos concluyó que no se cometió ningún delito ni acto preparatorio para un atentado, pero mantuvieron las sospechas. Al desconocer el motivo por el cual se habían comprado los disfraces, decidieron informar al juez.