Una investigación de los Mossos d'Esquadra ha permitido desmantelar un grupo de narcotraficantes que repartían cocaína a domicilio en Barcelona. Los detenidos son una pareja de 42 y 38 años y nacionalidad dominicana, vecinos de Santa Coloma de Gramenet, y un hombre de 40 años también dominicano de l'Hospitalet de Llobregat. Los arrestados utilizaban WhatsApp para comunicarse con los potenciales consumidores, que enviaban un mensaje con el encargo.

Las indagaciones policiales se iniciaron a finales del mes de agosto de 2018 a partir de un cacheo que tuvo lugar en el distrito de les Corts y en que se decomisó 1,20 gramos de cocaína a un hombre que acababa de comprar la sustancia en la vía pública. La puesta en marcha de un dispositivo policial específico permitió detectar hasta tres acciones más de compraventa de drogas en pequeñas dosis.

Los tres casos intervenidos seguían el mismo modus operandi: el consumidor contactaba primero con el vendedor a través de un mensaje o una llamada telefónica e indicaba al narcotraficante la ubicación dónde tenía que hacer la entrega de los estupefacientes. Al recibir la dirección de entrega, el camello respondía con el tiempo de espera y preguntaba qué cantidad tenía que llevar. El intercambio se producía en plena calle, en el coche que el vendedor utilizaba para desplazarse.

Los agentes detectaron que el vehículo utilizado para hacer las entregas a domicilio se detenía habitualmente entre encargos delante de una peluquería del distrito de Sants, incluso cuando el establecimiento estaba cerrado al público.

La investigación de los Mossos les llevó a realizar entradas en el domicilio del presunto vendedor, en Santa Coloma de Gramenet, y en la peluquería de Sants el pasado 7 de diciembre. En el piso se encontraron unos 10.000 euros fraccionados, más de 200 gramos de cocaína y un pequeño laboratorio con utensilios para hacer monodosis.

Los investigadores detuvieron la pareja que residía en el piso de Santa Coloma, que resultó ser el hombre que se encargaba de repartir la droga a domicilio y su mujer, y el propietario de la peluquería. También se registró el vehículo que se utilizaba para distribuir la droga, en cuyo interior se encontraron ocho bolsitas de plástico en forma de lágrima, utilizadas para introducir la droga vendida.

Los detenidos pasaron a disposición judicial y el juez decretó la libertad con cargos con medidas cautelares y la retirada del pasaporte.