Buena parte de los catalanes ven una buena opción pasar el tiempo libre del desconfinamiento en lugares con poca densidad de población, rodeados de naturaleza y lejos de aglomeraciones y urbanizaciones. Unas características que reúnen varios municipios de montaña de Catalunya, que ahora se ven obligados a trabajar en un plan de regulación excepcional en plena pandemia de Covid-19.
Garantizar la seguridad de los visitantes y vecinos y evitar aglomeraciones, respetando las distancias de 2 metros entre personas, son los principales retos al margen del coste económico y las dificultades técnicas. Algunos contratarán un servicio de vigilancia y habilitarán un aparcamiento.
La presencia de la covid-19 y las recomendaciones de las autoridades sanitarias de evitar el baño en aguas dulces, donde el virus puede permanecer activo algunos días en aguas no cloradas, ha obligado en los ayuntamientos a afrontar el riesgo de las masificaciones de bañistas en los pozos y a establecer medidas de restricción
El Torrent de la Cabana, en Campdevànol, cerrado
Es el caso de Campdevànol, en el Ripollès, donde ya tienen claro que cerrarán los pozos de la zona del Torrent de la Cabaña que transcurre entre Campdevànol y les Llosses (Ripollès). La alcaldesa de Campdevànol, Dolors Costa, explica que este año es "excepcional" y hacen falta medidas "excepcionales". En los últimos años, habían limitado el aforo a 600 personas al día y los visitantes tenían que pagar 5 euros por persona y 3 euros más si utilizaban un aparcamiento.
Pozo del Colomer Gran, Campdevànol
Cornellà del Terri prohíbe la concentración de personas
El Ayuntamiento de Cornellà del Terri (Pla de l'Estany) ha prohibido el baño y el contacto con el agua de ríos, gorgues y rieras del municipio por la Covid-19. El bando se publicó ayer jueves después de detectar actitudes incívicas en la Gorga Blava. Según ha explicado el alcalde a la ACN, Salvador Coll, en los últimos días ha habido concentraciones de personas, sobre todo jóvenes, "como si fuera un encuentro". Se han reunido para hacer 'botellón' y han dejado suciedad como vidrias roturas, plásticos, guantes y botellas. El 7 de mayo los Mossos d'Esquadra denunciaron a un grupo de menores y jóvenes de entre 20 y 30 años en este lugar por saltarse el confinamiento (eran de Porqueres y Banyoles) y no respetar las distancias de seguridad.
Suciedad en la Gorga Blava, Cornellà del Terri
Vigilancia en la riera de Merlès
Los municipios por donde pasa la riera de Merlès -son nueve nueve municipios del Bages, Osona, Berguedà y Ripollès (Borredà, Gaià, La Quar, Les Llosses, Lluçà, Puig-reig, Sagàs, Sant Jaume de Frontanyà, y Santa Maria de Merlès)- que cada verano recibe una "afluencia masiva y desordenada" de visitantes, también trabajan en una nueva regulación. Se ha acordado que contratarán un servicio de vigilancia para hacer cumplir la normativa y no descartan acabar prohibiendo el baño para evitar contagios. . "Aparte de la preservación del espacio natural protegido y la convivencia entre vecinos y visitantes, este año se añade un motivo de salud pública motivado por el coronavirus. Hay que recordar que hay 6 municipios que tienen una captación de agua y que es su principal fuente de abastecimiento de agua de boca", subrayan desde el Consejo Comarcal del Berguedà en la ACN.
Riera de Merlès, Santa Maria de Merlès
En les Planes d'Hostoles, entre el cierre parcial o total
En la Garrotxa también se ha abierto el debate sobre la gestión de los pozos. En les Planes d'Hostoles, donde cada año contrataban a dos vigilantes para hacer cumplir las normas y combatir el incivismo, se plantean un cierre total o parcial. Su alcalde, Eduard Llorà, pide a la Generalitat una "pauta clara" para poder hacer las contrataciones a tiempo. Desde el Ayuntamiento, creen que cerrar el acceso es "muy difícil" en su caso, porque hay muchos kilómetros de río y diferentes accesos y reclaman apoyo económico para poder sacarlo adelante.