La central nuclear de Vandellòs II se ha desconectado de la red eléctrica este miércoles al mediodía, según se lo ha notificado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El paro no programado se ha producido a causa de la pérdida de alimentación eléctrica en las barras de control, hecho que ha provocado la inserción en el reactor.

Ante esta circunstancia, y siguiendo los procedimientos de la central, un operador ha puesto en marcha manualmente el sistema de protección del reactor, provocando la inserción de todas las barras de control y consiguientemente, el paro del reactor. Según informa el CSN, la pérdida de alimentación eléctrica se ha producido a causa de la apertura del interruptor de alimentación en las barras desde uno de los dos motogeneradores, el único que en aquel momento estaba funcionando. En concreto, el fallo del motogenerador 1 se ha detectado durante las tareas de mantenimiento del segundo motogenerador de alimentación del sistema de barras de control.

La Asociación Nuclear Ascó – Vandellòs ha informado de que los sistemas de seguridad han funcionado y la planta está estable, y ha subrayado que el suceso no ha tenido impacto para los trabajadores, la ciudadanía ni el medio ambiente. El CSN, por su parte, ha clasificado el suceso en el nivel 0 de l'Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos, hecho que indica que no ha representado ningún tipo de peligro para la seguridad.

 

Dos paradas en el 2023

La de este miércoles no ha sido la primera parada de este tipo que ha sufrido la central nuclear de Vandellòs. El pasado 2023 sufrió dos paros no programados relacionados con la pérdida de alimentación eléctrica. El domingo 13 de agosto, varias bombas del circuito se detuvieron a consecuencia de la pérdida de alimentación eléctrica, lo que provocó una señal de bajo nivel en los generadores de vapor, lo que llevó al paro de la central. Poco más de un mes después, el 20 de septiembre, una incidencia en la red eléctrica exterior afectó al funcionamiento del reactor principal, lo que llevó al paro automático de la turbina y del reactor.

En estos dos casos tampoco se produjo impacto alguno sobre la ciudadanía o el medio ambiente, y la central recuperó la normalidad pasadas unas horas.