El 65,9% de los alumnos catalanes de 4t de ESO, es decir, dos de cada tres, tienen un nivel de inglés de B1 o superior, es decir, pueden mantener una conversación simple, y por lo tanto, alcanzan el reto fijado por el Departament para el 2018, y por la UE en el 2020. Es la principal conclusión de las pruebas que ha llevado a cabo el British Council por encargo del Consejo Superior de Evaluación de Catalunya para comprobar los conocimientos de esta lengua al acabar la secundaria. Las pruebas se hicieron el noviembre pasado a 1.416 alumnos de 51 centro y también señalan que un 62,1% de los alumnos catalanes hacen algún tipo de extraescolar en inglés y que la música es la principal herramienta de contacto con el idioma, seguimiento de se páginas webs y los juegos en línea y de ordenador.

Las pruebas externas para determinar el nivel de inglés de los alumnos catalanes en la Secundaria determinan que un 36% tienen un nivel de B1, es decir, pueden comprender las ideas principales de una información, describir hechos y hacer frente a la mayor parte de situaciones lingüísticas. Un 29,9% más tienen un nivel de B2 o C, es decir, todavía más alto, que les permite como mínimo, comprender textos de tempes concretos, especializados, expresarse con fluidez e interactuar, y a la vez, producir textos claros y detallados. Por lo tanto, dos de cada tres alumnos catalanes, el 65,9% han alcanzado el nivel de que el Departamento de Enseñanza se fijó en la ofensiva de país a favor del éxito escolar por este 2018, y a la vez, ha alcanzado también el reto de la UE que este nivel fuera el de como mínimo el 50% de escolares de secundaria en el 2020.

Los resultados de las pruebas Aptis, realizadas por el British Council, fijan en un 7,5% a los alumnos que no superan el A1, mientras que un 24,7% se quedan al A2, es decir, pueden comprender frases y expresiones utilizadas habitualmente sobre temas próximos, y comunicarse sobre temas familiares y habituales en situaciones sencillas.