Mañana accidentada para los pasajeros de Renfe Rodalies. Pocos minutos antes de las 9 de la mañana, miles de pasajeros de Rodalies han visto como sus trenes se paraban en medio de la nada y en un lapso de pocos minutos, han pasado del desconocimiento al desconcierto y la ira. Los usuarios de las líneas R1, R3 y R4 han sufrido otro caos en el servicio ferroviario a causa de un arrollamiento en Montcada Bifurcación. Para muchos, los retrasos ha supuesto llegar tarde al trabajo o a la universidad; para otros, perder sus trenes de conexión, como el AVE o el Euromed.

Desinformación

Pocos minutos antes de las 9 de la mañana, el tren de la línea R4 con destinación Montcada i Reixac hacía su parada en la estación de L'Hospitalet del Llobregat. En este punto, lo pasajeros están acostumbrados a que el tren haga una larga parada, por los habituales cuellos de botella en los accesos de Sants. No obstante, esta mañana la demora se ha prolongado más de lo habitual. 

Durante vente largos minutos, no ha habido ningún aviso. Finalmente, el conductor ha informado a los pasajeros del incidente y ha advertido que el tren no tenía hora de salida. La multitud amontonada en dicho tren, en plena hora punta, ha decidido bajarse y optar llegar en metro a sus destinos, una apuesta arriesgada en otro lunes de huelga. "Esto es vergüenza. Los usuarios no tenemos que pagar por la incompetencia de Renfe", comentaba Rosa en los accesos del metro de Rambla Just Oliveras, en el centro de L'Hospitalet. Ella coge el tren cada mañana desde Molins del Rei para dirigirse hasta Badalona, donde trabaja. En el momento de la afectación, a Rosa le quedaban 25 minutos de trayecto, la mitad de lo que tardará finalmente con el metro.

Los andenes de Rambla Just Oliveras se han abarrotado rápidamente: la huelga del metro, junto con el caos de Rodalies, ha provocado importantes aglomeraciones.

Caos a Rodalies Maig 2017 / Sergi Alcàzar

El desconcierto de los usuarios de Renfe en la estación de Sants / Sergi Alcàzar

"¿Ahora cómo llego a Alacant?"

A esa hora, Luna y sus amigas tomaban el tren en Cerdanyola del Vallès para ir hacia Sants, donde debían tomar otro tren, el Euromed de las 10 h, hasta Alacant. Han procurado salir con tiempo para no perderlo pero la prudencia no ha servido para nada: han tardado una hora y media para hacer un trayecto de 30 minutos. "¿Ahora cómo llego a Alacant?", se preguntaba Luna visiblemente enfadada. Como ella, otros usuarios han acudido al servicio de atención al cliente para reclamar la devolución o el cambio de los billetes. A lo largo de la mañana, se han formado largas colas allí.

A unos metros, en el acceso a los andenes a nivel de calle, una trabajadora de Renfe intentaba atender a unos usuarios con serias dificultades. La información es escasa y pide a los pasajeros que se informen a través de las pantallas, que se limitan a señalar las demoras sin ofrecer solución alguna. Los usuarios tienen que conformarse con un advertencia acústica y los paneles habituales, que solo difunden informaciones en castellano. El panel, con faltas de ortografia [arrolamiento, en vez de arrollamiento] ponía más inri a una información deficiente al cliente.

rodalies retard acin

Paneles informativos que anunciaban el caos en el servicio / Sergi Alcàzar

"Esto no se arregla con una devolución"

A la salida de la estación de Sants, en el acceso a la plaza de los Països Catalans, Pepe fuma un cigarrillo. Como Luna, está visiblemente nervioso. En su caso, ha perdido el AVE a Madrid, donde tenía una entrevista de trabajo. "Esto no se arregla con una devolución", explica. Dice que va a coger otro más tarde, pero aún no sabe a qué hora y ni tan solo sabe si podrá llegar a la reunión. "No he perdido el tren, he perdido una buena oportunidad", sentencia visiblemente afligido.