Forman parte del paisaje urbano, pero ya casi nadie las utiliza. Son las cabinas de teléfono y tienen los días contados. Todavía quedan unas 25.000 en toda España, y el número va en descenso. Muchas de ellas, ya están desmanteladas. Las compañías telefónicas aseguran que no son rentables. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha pedido su retirada, así que al final de este año el Ministerio de Indústria decidirá si desaparecen.