Se constata nuevamente la brecha de discurso —que no necesariamente de acciones— cada vez más presente entre los chicos y las chicas jóvenes en cuanto a la cuestión de la igualdad, un fenómeno al que ya habían apuntado varios trabajos de investigación y encuestas a lo largo de los últimos años. Ellas son cada vez más afines al feminismo, mientras que ellos presentan en su discurso una aversión mayor contra el concepto y el movimiento. Así lo constata ahora un estudio del Institut de Ciències Polítiques i Socials (ICPS) de Barcelona, por el cual se han elaborado grupos de discusión con 239 adolescentes cursando la ESO, de entre 14 y 15 años.

Los autores de la investigación constatan la proliferación de un pensamiento que valoran como "de carácter neomachista" entre los chicos jóvenes, los cuales ven el feminismo como un ataque contra ellos. "Hay uno [feminismo] que busca la superioridad de la mujer, feminazis, y no me parece bien, y otro que quiere la igualdad, y eso sí, pero la igualdad ya la tenemos en nuestros países", "Ahora todo es machista", "Se está girando la tortilla (...), para las feministas de ahora si eres hombres, eres malo, piensan que los hombres somos todos malos, violadores, machistas", "El feminismo de ahora es una mierda porque las feministas piensan que como han sido oprimidas muchos años ahora nos toca a nosotros estar oprimidos", "Ya no luchan por sus derechos, luchan contra los hombres... sin motivo", "Se nos ha ido de las manos, se está buscando la superioridad de la mujer. Vengarse"; son algunas de las visiones que han expresado chicos adolescentes y que recoge la investigación.

Los chicos también han expresado en muchos casos aversión a leyes que consideran discriminatorias hacia ellos o que directamente tildan de "tonterías", como las cuotas para entrar en cuerpos como los Bomberos o los Mossos, las bajas por la regla o, incluso, la llamada ley del 'solo sí es sí'. Los investigadores, Maria Freixanet, Jana Pous y José Berna, señalan que se trata de un discurso abiertamente antifeminista "bajado de las redes" —"RickyEdit, Jordi Wild, Roma Gallardo, RescueYou y Masculinidad Alfa", como referentes más citados de Internet— y vinculado a debates políticos vigentes en las redes y los medios. Con todo, señalan que en la vida cotidiana, en sus acciones del día a día, no necesariamente los chicos se comportan de acuerdo con lo que expresan y, de hecho, presentan actitudes "más igualitarias que las de sus padres". Por ejemplo, a la hora de hacer tareas en casa o relacionarse con las mujeres de su entorno.

Las chicas ponen la violencia sexual en el centro

Para ellas, cada vez más expresamente afines con el movimiento feminista, la desigualdad la advierten sobre todo con respecto a la violencia sexual. Así, arraigan mucho su pensamiento, apunta la investigación, en vivencias personales —muchas han puesto ejemplos concretos vividos por ellas o por conocidas—. De acuerdo con los investigadores, las chicas se muestran disgustadas con "una posición de alerta y autolimitación ante el riesgo", a la hora, por ejemplo, de estar fuera de casa por la noche o de ir solas por la calle: "Que yo tenga que vigilar y él no, en cosas tan simples como ir sola por la calle, me da mucha rabia", expresa una chica. Otros apuntan a silbidos y comentarios por la calle, que las sigan, o incluso algún episodio de intento de agresión. "En algunos casos, este es un miedo abstracto (...) proviene del conocimiento de las noticias. Al mismo tiempo, a menudo el miedo se extiende más allá de la violencia sexual y se enfoca a la gestión de esta: como explicarlo, denunciarlo, o las consecuencias psicológicas de la misma", avisa el estudio.

Ellas también piensan que a los chicos no "se les educa en el respeto y la empatía" hacia las mujeres y. por otra parte, lamentan que "el sueldo y las posiciones de poder" en el mundo laboral muestran desigualdad en favor de los hombres. En grado más bajo, algunas chicas también expresan opiniones similares a los chicos con respecto a pensar que el feminismo "actual es extremista y, a veces, innecesario", avisa el estudio, de que señala que estas argumentan que el feminismo "ha enfadado a los chicos" y los pone en contra suya.

Ellos ven "un exceso" y se rebelan contra la "institucionalización" del feminismo

Esta diferencia discursiva, señalan los investigadores, se produce a pesar de la paradoja que todos han crecido "en tiempos formalmente igualitarios, que ha ingerido mensajes sociales y educativos de igual trato a ambos sexos, que vive una edad que todavía no atiende los conflictos de la distribución sexual del trabajo, y que ha vivido la cuarta explosión del feminismo y gobiernos que han intentado hacer acción y bandera". La "paradoja" reside, señalan, en el hecho de que los chicos consideran que ya existe la igualdad y, por lo tanto, las posiciones feministas aparecen a sus ojos como "un exceso o una absurdidad". "También como una cosa politizada e institucionalizada contra la cual rebelarse", añaden.