El modelo de los Bombers de Catalunya es un modelo mixto, de un cuerpo formado por los bomberos funcionarios y por los voluntarios. Pero las reivindicaciones de unos y la lucha reivindicativa de los otros ponen sobre la mesa varios aspectos y tensiones que han acabado cuestionando un modelo que, a pesar de ser el que hay en muchos países europeos, en Catalunya no ha evolucionado como sería necesario.

Desde el hecho de que se cuestione si los bomberos voluntarios tienen que cobrar por los servicios, a pesar de llamarse voluntarios, hasta la carencia de efectivos debido a 6 años sin convocatorias por los recortes, pasando por la reivindicación por el vestuario, los medios, los seguros y la sombra de nuevos cuerpos de voluntarios como los de ADF (Agrupacions de Defensa Forestal) y Protección Civil, muchas son las fricciones. Muchas veces, se activa a estos dos cuerpos -que no cobran los servicios- antes de los bomberos voluntarios.

Actualmente en Catalunya hay 150 parques de bomberos. De estos 77 son de bomberos voluntarios y 73 de funcionarios. Todos pertenecen al cuerpo de Bombers de la Generalitat. Y fuera de esta organización hay los Bombers de Barcelona.

Según datos del Departament d'Interior, hay 2.363 bomberos funcionarios y 2.171 bomberos voluntarios. Pero a la práctica si se descuentan los veteranos, los bomberos de honor y los ausentes que ya no hacen servicios, se calcula que la dotación efectiva de bomberos voluntarios se queda al 50%.

Tocar el tema de los bomberos voluntarios es abrir la caja de Pandora. Ahora mismo está en marcha la primera promoción que se hace desde 2010 para incorporar al cuerpo 350 bomberos. La manera de hacerlo ha cambiado respecto a años anteriores y esto también ha hecho crecer las tensiones.

Todas las fuentes consultadas coinciden en que el modelo, a pesar de tener puntos débiles y estar en crisis, se mantiene porque económicamente es inviable cubrir todo el territorio con bomberos funcionarios. En las Terres de Ponent es donde hay más parques de voluntarios. Y es que “la tradición pesa mucho”, como dicen algunos bomberos que recuerdan que en origen todos los efectivos eran voluntarios.

Entre todas las tensiones que han aparecido hay 3 que destacan por el peso que tienen:

  • La carencia de efectivos y la nueva convocatoria que modifica el reglamento
  • Los bomberos anti-voluntarios y la crítica por los servicios que cobran
  • La carencia de medios y la irrupción otros voluntarios como ADF o Protección Civil

Bomberos quemados
 

“No sabemos hacia donde vamos”, dice a El Nacional el presidente de ASOBOCA, la asociación que agrupa a los bomberos voluntarios, Josep Mª Alcalà.

Alcalà es duro con el Departament y con los bomberos funcionarios. No se calla nada. Pone en entredicho el actual modelo y la capacidad política para rehacerlo. “No hay ninguna voluntad política de hacerlo”, asegura. “Todo el mundo está de paso, consejeros, director general...”, añade. Y es que el momento que vive el país, primero con los recortes y ahora con el proceso hacia la independencia y con cargos instalados en la provisionalidad de una legislatura corta, hace difícil encarar algunos problemas endémicos del Departament. Y entre ellos hay la mejora del modelo de los Bombers. “Hace falta definir un modelo mixto bueno”, dice Alcalà.

Alcalà es contundente al hablar de los problemas y pone sobre la mesa la “confianza quemada entre mandos y tropa”. Y no esconde que “estamos en guerra con los mandos”. El presidente de ASOBOCA cree que la solución pasa por definir un modelo mixto bueno pero ahora mismo “no hay ninguna voluntad política de hacerlo”.

“Todo el mundo lo tiene muy claro. Yo no lo tengo tan claro”, dice Pere Hervás, del sindicato de bomberos CATAC. Se muestra claramente en contra del modelo actual mixto de funcionarios y voluntarios, y ante las opiniones que aseguran que sería insostenible pagar toda la plantilla profesional de Bombers en todo el territorio catalán, es muy claro: “Ni mucho menos. Con 3.000 bomberos profesionales se podría asumir la seguridad de toda Catalunya”.

Pero desde la Direcció General de Prevenció i Extinció d'Incendis, Pasqual Gámez, responsable de los bomberos voluntarios, discrepa: "El número de servicios que tenemos en el territorio no siempre pueden justificar que haya bomberos funcionarios en los 150 parques de bomberos". Y en este sentido los bomberos voluntarios son necesarios.

Expertos del sector consultados por El Nacional apuntan que la solución pasa “por definir claramente el modelo de emergencias” y que hoy por hoy es difícil porque “no hay un criterio claro”. “No hay un plan integral”, concluyen.

Los bomberos voluntarios tendrían que tener algunas contraprestaciones como sucede en otros países, para desarrollar su trabajo, según las mismas fuentes. Al margen de los seguros y la adopción de medidas para los autónomos que tienen que coger la baja si se resultan heridos en acto de servicio, también hay las excepciones fiscales de las que se podrían beneficiar los voluntarios.

Los bomberos voluntarios están reconocidos por ley y hace falta que haya “una dirección política sobre el modelo”, apuntan fuentes del cuerpo. “Están haciendo el mismo trabajo que los bomberos funcionarios, tienen que tener un reconocimiento”, sentencian fuentes del cuerpo.

En Chile todos los parques de bomberos son de voluntarios y en Francia un bombero voluntario puede llegar a comandar el cuerpo. Aquí en Catalunya esto es impensable.

El sindicato de bomberos funcionarios CATAC denuncia el control del territorio en algunos puntos de Catalunya por parte de los voluntarios, como sería en su opinión el caso de Lleida. “Los bomberos profesionales están vetados”, dice su representante, Pere Hervás. Y lamenta cómo se interrumpió el despliegue y cómo los voluntarios se quedaron con el parque de la Vall d'Aran.

La aparición en el territorio de nuevos parques de voluntarios también indigna a los funcionarios, que ven como a sólo 3 minutos de dónde estan ellos, se han invertido recursos que se habrían podido destinar a zonas que lo necesitan. Es el caso del parque de bomberos de Sant Vicenç dels Horts. “Se ha hecho a escondidas, sin hacer publicidad”, dice Hervás, que denuncia que ante una emergencia a según qué horas, los bomberos que se tendrán que activar son los del parque profesional de Sant Feliu de Llobregat, que está a tres minutos.

Es sólo uno de los muchos ejemplos que citan los bomberos profesionales a lo largo de la conversa.

La nueva convocatoria no gusta a los jefes de parque

El reglamento de 1996 se ha modificado y ahora la convocatoria está abierta a todo el mundo. Hasta ahora eran los jefes de parque los que proponían los aspirantes a bomberos voluntarios. No se hacía ninguna prueba previa pero sí que tenían que hacer un curso básico de 250 horas, además de las prácticas. Se hacían pruebas físicas y de conocimientos. Después se les hacía la prueba final. Algunos aspirantes tardaban hasta tres años a pasarlas y estaban en un cierto proceso de interinaje. Si no superaban la segunda prueba los tenían que echar. Pero durante todo este tiempo, en muchos de los casos, ejercían de bomberos con plenas funciones.

“No se controlaba lo que sucedía en los parques de Bombers”, explica Pasqual Gámez, responsable de los bomberos voluntarios de la Direcció General de Prevenció i Extinció d'Incendis. “Había gente muy buena entre los suspendidos. Algunos rendían mejor que los que superaban las pruebas”, añade.

La nueva convocatoria es pública. Se hacen las pruebas desde un inicio y como condición se ha puesto que el aspirante no puede vivir más lejos de 15 km del parque de bomberos. Ahora se hacen pruebas de conocimientos, física, química, construcción y sanitarias. Las pruebas están basadas en el mismo temario que las pruebas de los bomberos funcionarios, pero reducido.

Las pruebas físicas para los voluntarios son las mismas que para los funcionarios pero se han rebajado las marcas. También se hace una prueba psicológica, una entrevista y pruebas médicas, además de la prueba de catalán.

“Hemos dado un paso muy importante”, dice Gámez. Pero los bomberos voluntarios no lo acaban de ver claro. Josep Mª Alcalà, de ASOBOCA, la asociación que agrupa a los bomberos voluntarios, dice a El Nacional que el nuevo modelo “será un fracaso”. Asegura que “lo han diseñado como el de bomberos funcionarios y el interés que tendrá será muy poco”.

Están a favor en cambio los bomberos funcionarios. “Como mínimo se ha hecho convocatoria”, dice Pere Hervás, del sindicato CATAC.

En el trasfondo de esta nueva manera de acceder al cuerpo del bomberos voluntarios hay la elección de los jefes de parque. Los eligen los mismos bomberos. Si ahora, con la nueva promoción de convocatoria libre entran nuevos bomberos no afines a ningún directivo, algunos jefes de parque verán tambalear su cargo.

Algunos bomberos voluntarios, sin embargo, se desmarcan de ASOBOCA en este sentido y dicen que hasta ahora ha habido “una cultura de cacique”. “Cada cuatro años se hacen elecciones. No se pide nada. Algunos no quieren dejar de ser los amos y señores”, explican. También destacan que “no entraban los mejor preparados sino los más amigos”. En declaraciones a El Nacional, donde prefieren mantenerse en el anonimato, aseguran que el modelo “tiene muchas dificultades pero siempre se ha permitido todo lo que ha pasado” desde la misma Generalitat.

Piensa lo mismo el sindicato CATAC. Su responsable, Pere Hervás, dice que “hasta ahora sólo entraban amigos, conocidos y familiares” para mantener el cargo de jefe de parque, cosa que provocava que acabase siendo “un club social”.

Estos 150 bomberos funcionarios contrastan con los 450 voluntarios que también entrarán en servicio, según Pere Hervás. Ante la cifra “ya se ve claramente hacia donde va el modelo”, concluye el representante de CATAC.

¿Un bombero voluntario cobra?

Un bombero voluntario cobra por el servicio que hace. No cobra las horas que está de guardia, pero sí que cobra si va a apagar un fuego o acude a cualquier otra emergencia, como una inundación, un accidente de tráfico o una asistencia en un domicilio.

Un bombero voluntario cobra 8’54 euros la hora cuando sale a hacer un servicio. Algunos facturan unos 2.000 euros al mes si tienen muchas actuaciones o largas. Muchos parques de bomberos pueden abrir porque hay bomberos voluntarios que no cobran y están de guardia por si sucede algo. Esta compensación económica no se paga mensualmente. Algunos la cobran cuando acaba la campaña forestal. Otros llegan a tardar hasta un año a ver el dinero.

Pero algunos bomberos funcionarios cuestionan que los voluntarios cobren y denuncian que en algunos parques de voluntarios hacen un bote común para equiparse. Que en cuanto a vestuario y vehículos, la Generalitat les da lo mínimo, y por eso en algunos parques una parte de lo que cobran los bomberos cuando hacen los servicios, se destina a la equipación que se necesita.

CATAC son los más contundentes contra los voluntarios: “Yo no conozco médicos, ni forestales, ni mossos que sean voluntarios”, dice Hervás. Y alerta que la cifra de los efectivos de los bomberos funcionarios no es la que da Interior, porque muchos están en segunda actividad y ni hacen guardias ni pueden practicar la extinción de incendios sobre el terreno.

Ahora mismo hay una promoción de 150 bomberos funcionarios en marcha. Los seleccionados están en formación y hasta 2018 no entrarán en servicio. “Será un 2017 muy duro”, pronostica.
 

Rasquera abrió la caja de truenos

Rasquera (Ribera d'Ebre) es un punto clave en el conflicto de los bomberos voluntarios. Los parques de bomberos no salieron a apagar el fuego de Rasquera. Fue una huelga encubierta en medio del malestar de los voluntarios por la carencia de un seguro que cubriera su baja laboral en caso de accidente como tiene cualquier otro bombero.

Hay muchos voluntarios que son autónomos. Y al margen de la asistencia inmediata, había que asegurar una contraprestación para los bomberos voluntarios heridos en acto de servicio, igual que para los bomberos funcionarios. No salir al incendio de Rasquera fue un pulsos con el entonces conseller Felip Puig.

“Se nos llegó a decir que nos pagáramos la mutua”, explica uno de los bomberos voluntarios. A los esfuerzos para controlar el fuego, aquellos días, se sumaron las dificultades de la negociación. Y en una reunión en Gelida (Alt Penedès) se llegó a un acuerdo que finalmente quedó en nada. “No cumplieron nada”, dice Josep Mª Alcalà, de ASOBOCA.

Alcaldes de toda Catalunya recibieron cartas y visitas de bomberos voluntarios explicando la situación, coincidiendo con el hecho de que algunos parques están en terrenos municipales. Hubo un ultimátum y en enero de 2015 dimitieron varios jefes de parque entre los que hay el de Lleida y el de Tarragona, por las tensiones.

Después de 4 meses negociando se llegó a un compromiso el 28 de mayo de 2015. Pero a estas alturas aseguran que no se ha cumplido nada.

“Estás haciendo un servicio al país y te haces daño y es vergonzoso”, dice a El Nacional Alcalà. “Es un escándalo que hemos descubierto en fecha reciente”, añade.

El responsable de los bomberos voluntarios, pero, recuerda que "todo bombero voluntario que por accidente en sus funciones esté de baja tiene una compensación diaria".

Los medios

El Govern acaba de aprobar un plan estratégico para dotar a los bomberos de medios. Un plan que, según Interior, tiene que poner al día los parques, vehículos y materiales, que desde 2011 no tienen ninguna inversión.

Pero para algunos el plan no es real. “Son los recursos mínimos que se necesitan para que el cuerpo de bomberos funcione”, dice Pere Hervás, del sindicato CATAC. Asegura que faltan todavía 100 millones de euros para invertir y que el plan supone volver a 2011. “Es un plan de contingencia. Tenemos los parques y vehículos viejos, el material caducado y los bomberos jubilados”, asegura.

Hervás critica que Interior haya decidido comprar camiones de 15 años de antigüedad cuando las ADF van con vehículos nuevos. “Todo sale de la misma caja de la Generalitat o de la Diputación”, asegura.

El enemigo común: los ADF

La presencia de los ADF sobre el territorio pone nerviosos tanto los a bomberos funcionarios como los voluntarios. “En el último fuego de Òdena (Anoia) un camión de bomberos tuvo que atender un vehículo suyo que se estaba quemando”, expone con cierta desesperación el representante de CATAC. “Hay ADF que se van a apagar fuego”, explica Hervás, que critica una “carencia de profesionalidad”.

Para los bomberos funcionarios un problema añadido a la extinción de los incendios son los “efectivos descontrolados”. Y en esta misma idea coincide el colectivo de bomberos voluntarios, que explica que “la sensación es que no se están utilizando bomberos voluntarios, sino la ADF”.

Consideran que son mano de obra barata y que, además, no suponen ningún coste para el Departament d'Interior porque cuelgan del Departament d'Agricultura. Están muy dotados, además, porque reciben las subvenciones de diferentes fuentes, como son Ayuntamientos, Consells Comarcals y Diputaciones.

Horta de Sant Joan, el antes y el después

El incendio de Horta de Sant Joan donde murieron 5 bomberos del GRAF de Lleida, es visto, también por los voluntarios como un antes y un después. Aquel incendio provocó un incremento en su formación.

Según el presidente de la única organización que agrupa a los cuerpos de voluntarios, Josep Mª Alcalà, "se ha mentido y se ha engañado mucho. Hubo errores internos en Horta de Sant Joan". Alcalà asegura que la relación entre los GRAF y los voluntarios "es inexistente" y en cambio es buena con el resto de bomberos.

Para el responsable del sindicato CATAC, Pere Hervás, los GRAF tienen un "poder excesivo".

La Fundación Pau Costa, que lleva el nombre de uno de los bomberos GRAF que murieron en el fuego de Horta, forma bomberos de todas partes, también de fuera de Catalunya. Lo que para algunos es una mejora en la profesionalización de la extinción de incendios, para el colectivo de voluntarios es también un problema porque "los GRAF sustituyen a los bomberos azules y restan horas a los funcionarios".

Todos coinciden, sin embargo, en que la clave, más allá de los medios, es el respeto entre las diferentes secciones que forman al cuerpo de Bombers de la Generalitat de Catalunya.