¿Alguien se pregunta hacia dónde queremos ir? La sociedad española está en shock ante el asesinato del pequeño Gabriel. Lejos de entender que este asunto merece respeto, prudencia y una profunda empatía con los familiares del pequeño, y además, con tantísimas familias que sufren cada día la desaparición de sus seres queridos, demasiados medios de comunicación se están dedicando a hacer todo lo contrario.  

 Un recordatorio: en España, hasta que no hay sentencia firme, una persona está amparada por la presunción de inocencia. Aunque nos resulte a veces difícil de respetar este criterio. Es para todas, es para todos. Y es un avance para la sociedad.

Otro recordatorio: ni la raza, ni la nacionalidad, ni la ideología pueden jamás ser motivo para criminalizar a nadie. Esto es para todas las personas. En todos los casos.

Resulta sorprendente que quienes con tanto ahínco defienden vivir en democracia y en un Estado de Derecho lo hagan saltar por los aires precisamente cuando más necesario es garantizarlo.

Hemos avanzado en muchas cosas, en otras, por desgracia, aún no hemos aprendido nada. Y cada día que pasa, a la vista está, estamos retrocediendo en un camino que costó mucho recorrer. Tomemos nota.