El conseller de Educació, Josep Bargalló, ha descartado desdoblar grupos el próximo curso y ha apostado por "grupos estables" donde los alumnos puedan "interactuar". "La idea no es que tengamos un niño que no toca ningún otro niño sino un grupo de niños que entre ellos se tocan", ha dicho a Catalunya Ràdio. Ha reconocido, sin embargo, que serán grupos "más reducidos que las ratios tradicionales" -de 15 a 22-, que se entenderán "como una familia" y, por eso, "no será necesario" respetar las distancias de seguridad.

Bargalló no ha concretado a los docentes que se contratarán pero ha dicho que hablar de miles es una buena apreciación: "Contrataremos a aquel personal que el análisis de cada centro indique que es necesario para que este tenga una vida normal el próximo año". Según el conseller, el profesorado que se contrate de manera adicional no será directamente para atender nuevos grupos que se suban crear, sino para dar una atención educativa "más especializada".

Para hacerlo, ha calculado que de los 2.000 millones de euros que el Estado transferirá a las autonomías, unos 300 millones tendrían que estar por Catalunya en aplicación del porcentaje de población escolar que tiene. Sin embargo, ha dicho que si se utilizan otros criterios, como las líneas de transporte escolar, "quizás es un poco menos".

El conseller ha explicado que acaba de cerrar con el Departamento de Salud un documento sobre las medidas sanitarias y de higiene. Bargalló ha afirmado que se trabaja para que el curso "sea normal" y para tener capacidad de reacción inmediata si hay un rebrote de la Covid-19. En este sentido, ha afirmado que se tiene que garantizar la presencialidad en primaria y secundaria obligatoria y, a partir de este nivel, no les preocupa si no se puede garantizar a diario.

Entre algunas de las medidas que se propondrán, ha reiterado la importancia de coger la temperatura a los alumnos antes de acceder a los centros "para evitar tener que cerrar un centro y confinar a los alumnos cada vez que un niño tiene fiebre".