De entre todos los datos de delincuencia de Barcelona, hay uno que es una constante. Aunque los últimos años han ido bajando, porque ha subido la presión policial, los hurtos en el Metro son uno de los quebraderos de cabeza de Mossos d'Esquadra y Guàrdia Urbana. Durante todo el año 2015 se han producido 97.908 hurtos en la ciudad, la gran mayoría en el Metro. Eso es un 2'94% respecto del 2014. En julio pasado se registró la punta que hizo cambiar el dispositivo de vigilancia y seguridad. Los ladrones del Metro son grupos organizados, formados por personas de varias nacionalidades como Rumania, Bosnia-Herzegovina y Serbia. Tienen una gran movilidad por todas las capitales europeas. Escogen un tipo de víctimas vulnerables, como los turistas o las personas mayores. 

Algunos ladrones siguen específicamente el rastro de los turistas. "Hacen la ruta por plaza Espanya, Rambles y Sagrada Família", entre muchos otros puntos turísticos, explica al intendente mayor de la Guàrdia Urbana, Evelio Vázquez. También dice que el que más se roba es el teléfono móvil. Pequeño, valioso y fácil de birlar. Para el comisionado de seguridad del Ajuntament de Barcelona, Amadeu Recasens, si hay más turistas, hay más probabilidades de hurtos. Aun así, entre optimista y resignado, dice a El Nacional: "Lo tenemos encauzado, pero un solo delito me preocupa". 

"Luchar contra el hurto no es fácil", aseguraba el jefe de los Mossos de Barcelona, Joan Carles Molinero, en la presentación de los datos anuales. Hay más denuncias, pero también hay más hurtos y la policía puso en marcha después de las vacaciones de verano un nuevo dispositivo. "En septiembre se incrementó la presión policial y ya se empieza a notar una bajada", dice Molinero.

La clave, en manos de los jueces

El nuevo dispositivo policial cuenta con la unidad de multi-reincidentes, la de información y la de transporte metropolitano. Así como los controles, antes, sólo se hacían con patrullas mixtas en la red de la ciudad, ahora se ha ampliado a las entradas de Barcelona. O sea, que los Mossos amplían la vigilancia en Badalona y l'Hospitalet de Llobregat, que son las dos puertas de entrada del Metro a Barcelona, y de rebote de los ladrones. También se mantiene el contacto con las policías europeas porque se ha detectado que algunos de los ladrones se esconden fuera de Catalunya. En diciembre pasado, por ejemplo, localizaron alguno robando en las fires de Nadal. Los Mossos, también hacen otro dispositivo: L'espiell. Están en la sala de mando de Transportes Metropolitanos para detectar posibles carteristas, avisar a los agentes que están en los andenes y hacer más rápida la detención.

La solución, sin embargo, pasa por los juzgados. El objetivo es conseguir el máximo de condenas de los ladrones. Y tanto Mossos, como el área de seguridad de TMB, trabajan en que los turistas declaren en los juzgados y reconozcan al carterista antes de marchar-se de Barcelona, para poder tener en cuenta su declaración como prueba en el juicio. Y sobre todo, en alejar a los ladrones del Metro. Y eso sólo se puede conseguir con órdenes de alejamiento que les prohíban la entrada. Ahora mismo hay 46 que no pueden acceder. Los tiempos varía según los casos y va de 6 meses a 2 años.

Dispositivo red

Después de cinco años, desde que se puso en marcha el dispositivo conjunto entre Mossos y Urbana, los robos a los pasajeros del Metro han ido bajando. De los 118.179 que se registraron en el año 2009 se pasó a los 94.496 del año 2013, con una reducción del 20%. El año 2014 ya se notó una pequeña subida del 0'6%, que ha seguido subiendo en el 2015 hasta el 3%. Aun así el número de hurtos del año 2015 es inferior a la mediados de hurtos en la región durante los últimos 7 años. Han bajado un 6%.